La ciencia y los bebés de dinosaurio

La verdad es que Michael Crichton no necesitaba esmerarse en la ciencia para garantizar que The lost world ( mundo perdido) fuera un éxito de ventas. Pero de todas formas se esmeró en la ciencia. Igual que muchas de sus novelas anteriores -desde The Ándromeda strain, su historia de bacterias asesinas que precedió a The hot zone en 25 años, hasta Parque Jurásico-, The lost world está trufado de detalles científicos que han salido claramente de las últimas revistas de investigación. Pero como el novelista Crichton no está limitado por las precauciones habituales que l...

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La verdad es que Michael Crichton no necesitaba esmerarse en la ciencia para garantizar que The lost world ( mundo perdido) fuera un éxito de ventas. Pero de todas formas se esmeró en la ciencia. Igual que muchas de sus novelas anteriores -desde The Ándromeda strain, su historia de bacterias asesinas que precedió a The hot zone en 25 años, hasta Parque Jurásico-, The lost world está trufado de detalles científicos que han salido claramente de las últimas revistas de investigación. Pero como el novelista Crichton no está limitado por las precauciones habituales que los académicos están obligados a expresar, puede elegir -y lo hace-las teorías más especulativas y utilizarlas como si estuvieran demostradas.Consideren, por ejemplo los dinosaurios de Crichton: a diferencia de los monstruos torpes, grises y pesados que figuraban antaño en los libro de texto, sus animales, son inteligentes y veloces y lucen colores de diseño.Los taimados y agresivos velocirraptores son verdes con franjas de color rojo vivo. El Tyranossaurus rex tiene el tono de la sangre seca. Y un dinosaurio llamado Carnotaurus sastrei es todo un camaleón, ya que es piel es capaz de adquirir el aspecto de cualquier cosa cercana: una rama frondosa, un muro de piedra, o incluso un alambrada.

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¿Es eso posible? Totalmente, afirman los paleontólogos. Después de todo, aparte de un par de restos fosilizados, nadie ha visto nunca la piel de un dinosaurio. Y los lagartos y pájaros actuales, ambos parientes de los dinosaurios, tienen frecuentemente colores vivos. Algunos científicos -especialmente Robert Bakker, un paleontólogo iconoclasta que actuó como asesor informal para la versión cinematográfica de Parque Jurásico- han llegado a sugerir que los dinosaurios podrían haber tenido plumas. Y así ocurre con los bebés dinosaurios podrían haber tenido plumas. Y así ocurre con los bebés dinosaurio de Crichton.

Hallazgo de nidos

Los bebés de dinosaurio ocupan un lugar prominente en The lost world, igual que en gran parte de la investigación paleontológica actual. El reciente descubrimiento de una serie de nidos de dinosaurios bien conservados en el oeste de EE UU y en Mongolia han convencido a los científicos que los terribles lagartos eran padres solícitos que cuidaban con amor de sus crías y les traían pedacitos de comida como hacen los petirrojos que alimentan a sus polluelos.La otra incursión importante de Crichton en la ciencia de punta se refiere al moderno campo de la teoría de la complejidad, tal como la expresa la caricatura de matemática del autor (Ian Malcolm). La teoría de la complejidad se basa en la teoría del caos, gran tema de los años 80.

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