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El saqueo convierte la capital de la Krajina en una ciudad fantasma

Knin, desierta y en ruinas, refleja la dureza del ataque croata

JUAN CARLOS SANZ, ENVIADO ESPECIAL Knin El saqueo ha sido masivo en la capital de la Krajina, la región secesionista de los serbios de Croacia. De los edificios abandonados apresuradamente parecía desprenderse una podredumbre que se extendía por una ciudad fantasma donde. sólo los soldados croatas se atrevían a sonreír. Entre el eco de las ráfagas de fusiles automáticos y el incesante sobrevuelo -de helicópteros, Knin cumplía ayer su segundo día en manos del Ejército de Zagreb, y sólo entonces permitió la entrada a los periodistas extranjeros. Resultaba imposible confirmar la intensidad de los daños causados por los bombardeos de la artillería croata el pasado fin de semana en Knin. Se observaban decenas de vehículos convertidos en un amasijo de hierros y algunas viviendas presentaban impactos directos de proyectiles. Y la mitad de los cristales habían saltado por los aires. En las restringidas áreas visitadas ayer, varias casas aún seguían ardiendo y la humareda contribuía a hacer todavía más insoportable el hedor que desprenden las ciudades recién conquistadas. La fulminante ofensiva del Ejército de Croacia, que ha permitido recuperar en tres días la Krajina perdida cuatro -años antes, ha provocado el mayor éxodo de civiles registrado en las guerras de la antigua Yugoslavia. Unos 150.000 serbios, según fuentes de la ONU, se agolpan en carreteras y caminos que conducen al territorio controlado por sus hermanos de Bosnia. Una de estas caravanas fue ametrallada ayer por dos aviones croatas Mig 21 al suroeste de Banja Luka, en el norte de Bosnia, causando cinco muertos, entre ellos una niña, asegura un enviado de la agencia France Presse que presenció el incidente.

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