Tribuna:

Los premios

Aunque Barcelona no es Hollywood ni los tebeos tienen el glamour de las películas, el Salón del Cómic cuenta también con unos galardones que reconocen la labor de los profesionales del sector, tanto nacionales como extranjeros. De todas maneras, de los cinco premios que se otorgan cada año sólo uno va a parar a manos foráneas. Para la mejor obra extranjera publicada en España en 1994 se barajan los nombres del norte americano Peter Bagge (el fabricante de esa hilarante serie sobre la angustia juvenil contemporánea que es Odio), el francés Jacques Tardi (por su álbum...

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Aunque Barcelona no es Hollywood ni los tebeos tienen el glamour de las películas, el Salón del Cómic cuenta también con unos galardones que reconocen la labor de los profesionales del sector, tanto nacionales como extranjeros. De todas maneras, de los cinco premios que se otorgan cada año sólo uno va a parar a manos foráneas. Para la mejor obra extranjera publicada en España en 1994 se barajan los nombres del norte americano Peter Bagge (el fabricante de esa hilarante serie sobre la angustia juvenil contemporánea que es Odio), el francés Jacques Tardi (por su álbum La guerra de las trincheras, contundente revisión de las atrocidades de la guerra del 14), el inglés Neil Gaiman (Muerte: el alto coste de la vida) y nuestro americanizado compatriota Sergio Aragonés (responsable de la excelente parodia del mundo de los superhéroes Magnor el poderoso).

En el mismo apartado, sección nacional, las obras propuestas son El artefacto perverso, de Felipe Hernández Cava (seleccionado también para el premio al mejor guión); La rebelión de las sombras, de Mique Beltrán (protagonizada por ese niño llamado Marco Antonio que tan bien conocen los lectores de El Pequeño País), y dos historias, dos, de Fernando de Felipe (Black Deker y Museum). Un premio para de Felipe, que siempre está amenazando a sus seguidores con abandonar el cómic para dedicarse al cine (anda en conversaciones con el mexicano Guillermo del Toro para futuras aunque no precisadas colaboraciones) podría ser muy útil para mantener a este hombre en la industria del tebeo.Entrañable imbécil

Además de Hernández Cava, los otros guionistas favoritos son Carlos Portela (Impresiones de la isla), Jorge Zentner (Dieter Lumpen, una serie dibujada por Rubén Pellejero que lleva una andadura bastante larga) e Ignacio Vidal-Folch (Perico Carambola, sangrante sátira del mundo de la prensa, ilustrada por Miguel Gallardo y protagonizada por un entrañable imbécil que sueña, inútilmente, con ser puesto en nómina).

También hay premios para los jóvenes valores y para los fanzinerosos marginales. Entre los primeros suenan Fernando Iglesias, el ya citado Carlos Portela, Pep Brocal y Sergio García (cuya serie limitada de seis número, Amura, es un buen ejemplo de cómo aclimatar en España el formato norteamericano del comic book). Entre los segundos, títulos como De tebeos, Monográfico, Amaniaco, Comictiva y Paté de marrano (especializado en un humor bestia y sangrante).

Mañana viernes se conocerán los nombres de los afortunados. El único premio del que nada se puede avanzar es, precisamente, el Gran Premio del Salón, dedicado a la obra de toda una vida.

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