De la felicidad a la muerte

Las 'Tertulias Crisol' se abren con un vivo debate sobre el nuevo libro de Fernando Savater

De la felicidad a la muerte en menos de una hora. Eso fue lo que sucedió ayer en la primera de las Tertulias Crisol, que esta cadena de tiendas y librerías ha organizado. El gran provocador del debate fue Fernando Savater y su nuevo libro, El contenido de la felicidad (EL PAIS-Aguilar). Participaron Juan Luis Cebrián y Javier Marías. Moderó Iñaki Gabilondo. Se conversó mucho y se debatió más, pero quien empezó llevando la voz cantante fue el público, que protestó porque no cabía. El pequeño aforo de Crisol de la calle de Juan Bravo de Madrid quedó desbordado. Sólo el anuncio de q...

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De la felicidad a la muerte en menos de una hora. Eso fue lo que sucedió ayer en la primera de las Tertulias Crisol, que esta cadena de tiendas y librerías ha organizado. El gran provocador del debate fue Fernando Savater y su nuevo libro, El contenido de la felicidad (EL PAIS-Aguilar). Participaron Juan Luis Cebrián y Javier Marías. Moderó Iñaki Gabilondo. Se conversó mucho y se debatió más, pero quien empezó llevando la voz cantante fue el público, que protestó porque no cabía. El pequeño aforo de Crisol de la calle de Juan Bravo de Madrid quedó desbordado. Sólo el anuncio de que se podría seguir el debate por un circuito cerrado de televisión calmó los ánimos.

Las posturas quedaron claras desde el principio. Savater sostuvo, sostiene en su libro, que no existe un derecho a la felicidad y que es imposible conseguirla en el presente. "La felicidad es una especie de intensidad a salvo, y eso sólo puede darse en el pasado o en el futuro, porque el presente es vulnerable", afirmó. Cebrián contradijo a Savater: "Si la felicidad es algo que sólo permanece en el recuerdo, los jóvenes no podrían ser felices". Y Marías rechazó el concepto de felicidad abstracta: "Si la gente resiste las desdichas y sinsabores no es sólo por el recuerdo de que no fue así, sino por la sensación de que todo puede darse todavía". E insistió en que sí se puede ser feliz en el presente "si se plantea de una forma modesta".

Ética del egoísmo

Cebrián dijo que la felicidad puede resultar de "mantener un equilibrio entre lo que queremos y la realidad". "Creo en una ética del egoísmo que nos permite buscar la felicidad para nosotros mismos aunque haya guerra en Yugoslavia", dijo.

Savater discrepó. "Una cosa es felicidad y otra alegría. Ésta es un sentimiento positivo. La felicidad, en cambio, es algo como la alegría, pero definitivamente a salvo, y esto, insisto, no puede darse en el presente". "Estamos todos machacados por el existencialismo cristiano", rebatió Cebrián, "a la gente le da vergüenza decir que es feliz. Partimos de que es algo del pasado, o del futuro, o que no es de este mundo".

Y claro, de la felicidad se pasó a la muerte. "La reflexión sobre la muerte es permanente, sólo que ahora se esconde el cadáver. El actual culto a la salud, el miedo a las drogas... es una manera de pensar en la muerte", afirmó Savater. "Sólo se es feliz después de la muerte, dicen unos, o no somos felices porque vamos a morir, según otros", señaló Cebrián. "Lo único que sé es que tenemos que ser felices antes de morir. Es la única oportunidad que tenemos".

El contenido de la felicidad es un conjunto de ensayos publicados en 1986, ahora revisados por el autor, que ha incorporado dos nuevos textos y comentarios al margen. La próxima Tertulia Crisol, sobre la nueva novela de Luis Landero, Caballeros de fortuna, se celebrará el día 13.

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