El Congreso convalida el decreto del cine, con la abstención del Partido Popular

El decreto-ley de medidas urgentes para la cinematografía, aprobado por el Gobierno el pasado día 10, fue convalidado ayer, con la abstención del Partido Popular, en el Pleno del Congreso de los Diputados. El decreto, que ha puesto en pie de guerra a exhibidores y distribuidores, será tramitado como proyecto de ley, según acuerdo unánime de la Cámara. El PP cambió a última hora su sentido del voto y se abstuvo en la convalidación del decreto.

Según anunció la ministra de Cultura, Carmen Alborch, al término del debate, en la tramitación como proyecto de ley del texto se introducirán algu...

El decreto-ley de medidas urgentes para la cinematografía, aprobado por el Gobierno el pasado día 10, fue convalidado ayer, con la abstención del Partido Popular, en el Pleno del Congreso de los Diputados. El decreto, que ha puesto en pie de guerra a exhibidores y distribuidores, será tramitado como proyecto de ley, según acuerdo unánime de la Cámara. El PP cambió a última hora su sentido del voto y se abstuvo en la convalidación del decreto.

Según anunció la ministra de Cultura, Carmen Alborch, al término del debate, en la tramitación como proyecto de ley del texto se introducirán algunas de las medidas contenidas en el macrodecreto que prepara el Gobierno para conseguir una "buena ley del cine".Si un espectador objetivo se hubiera paseado ayer un rato por el Pleno del Congreso en el que se debatía el decreto-ley, la conclusión que habría sacado es que a los diputados les importaba bien poco el cine. El permanente ronroneo de los pocos parlamentarios presentes impidió en muchas ocasiones oír a la ministra de Cultura defender "el fortalecimiento del cine español en el mercado internacional". Fueron necesarios dos toques de la presidencia del Congreso para calmar la verborrea del hemiciclo, contemplada desde un palco por el presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España y uno de los máximos defensores del decreto, Pedro Pérez.

Un día después del cierre masivo de las salas de cine, auspiciado por distribuidores y exhibidores por lo que consideran medidas restrictivas del decreto, Carmen Alborch destacó en su intervención que el decreto "mantiene, mejora y flexibiliza todo el anterior sistema de cuota de pantallas y licencias".

Todos los grupos parlamentarios coincidieron en la crisis de producción que vive el cine español -de las 118 películas españolas realizadas en 1980 se ha descendido a 52 en 1993-. Mientras que para el PSOE las razones hay que buscarlas en la falta de estructura industrial que impide hacer un cine de calidad y al auge de las televisiones y medios audiovisuales, el Partido Popular, en opinión de su portavoz de Cultura, Miguel Ángel Cortés, achacó a la "nefasta" política socialista el descenso de espectadores en las pantallas españolas. Los 176 millones de espectadores de 1980 se han reducido a 83 este año. El PP, después de pedir la retirada del decreto, explicó que se iba a abstener en la votación y apoyaría su tramitación como proyecto de ley para poder presentar enmiendas.

El resto de los grupos también mostró su apoyo al decreto, no sin señalar los errores y prisas con los que ha sido realizado. Mientras los grupos nacionalistas pusieron el acento en las medidas de política linguística -la segunda licencia de doblaje se obtendrá, entre otras cosas, si se exhibe en dos lenguas oficiales españolas-, Izquierda Unida hizo una defensa patriótica frente "a la ofensiva liberal de EE UU" y en contra de los distribuidores de las multinacionales.

De 323 votos emitidos en la convalidación del decreto, hubo 188 positivos y 135 abstenciones. En la votación para su tramitación como proyecto de ley se contabilizaron 323 votos a favor y una abstención, de un total de 324 votos emitidos.