"La cultura no se cierra"

La decisión que tomó el Consejo de Administración del CAAM, al suspender las actividades del centro durante unos meses por dificultades económicas, puso en pie de guerra a determinados sectores de las islas y provocó la reacción solidaria del mundo del arte en la Península y de ciertos círculos culturales del extranjero.Se exhibieron cifras que demostraban una cierta alegría presupuestaria y se temió que el CAAM no volviera a abrir sus puertas. El arquitecto Manuel Martín Hernández, que representa a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en el consejo asesor del museo -órgano de c...

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La decisión que tomó el Consejo de Administración del CAAM, al suspender las actividades del centro durante unos meses por dificultades económicas, puso en pie de guerra a determinados sectores de las islas y provocó la reacción solidaria del mundo del arte en la Península y de ciertos círculos culturales del extranjero.Se exhibieron cifras que demostraban una cierta alegría presupuestaria y se temió que el CAAM no volviera a abrir sus puertas. El arquitecto Manuel Martín Hernández, que representa a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en el consejo asesor del museo -órgano de consulta en el plano puramente artístico-, cree que la institución se había convertido en "una macroestructura difícilmente controlable que costaba demasiado dinero, sobre todo porque el Gobierno canario no arrimó el hombro". El profesor de Arquitectura afirma que, una vez resuelto el problema económico, es "hora de reconducir el proyecto", pero echa de menos la celebración de "un debate abierto entre la cultura y la política", y lamenta que se vaya a reabrir "como si no hubiera pasado nada". El coleccionista de arte y presidente de la Asociación de Amigos de Arco, Ladislao Azcona, miembro también de este consejo asesor, piensa que nunca tuvo que darse el cierre, que califica de "bofetada" a la sociedad canaria. Azcona cree que la clase política debió tener "mayor sensibilidad con los problemas del centro".

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El colectivo de jóvenes Undelcepu -una agrupación de artistas plásticos de la isla- reaccionaron de una forma diferente. Tan pronto conocieron la noticia se plantaron ante las puertas del museo y pintaron sobre unos lienzos lo que les sugería la imagen de unas puertas abiertas. Querían dar a entender que la cultura no se cierra", según explica su coordinador, Roberto Pinedo. De aquella iniciativa todavía hoy queda una huella: en un bar de la isla, La Cava, se exponen desde entonces los cuadros, más de cien, que los jóvenes pintores idearon ante las puertas cerradas del CAAM.

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