España envía técnicos a El Cairo para rehabilitar monumentos islámicos

Los restauradores trabajarán en 21 edificios afectados por el terremoto de octubre pasado

España está enviando a Egipto algunos de sus mejores técnicos en conservación de bienes culturales para asesorar y dirigir la restauración del patrimonio islámico del país del Nilo. La iniciativa ha sido sancionada por la reciente visita del ministro de Cultura español, Jordi Solé Tura, a Egipto. Los acuerdos del ministro con su homólogo egipcio, Farouk Hosni, incluyen la transferencia de información y tecnología para rehabilitar edificios y restaurar papel. Los restauradores españoles trabajarán en 21 edicificios, castigados por el tiempo y afectados por el terremoto del pasado octubre.
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España está enviando a Egipto algunos de sus mejores técnicos en conservación de bienes culturales para asesorar y dirigir la restauración del patrimonio islámico del país del Nilo. La iniciativa ha sido sancionada por la reciente visita del ministro de Cultura español, Jordi Solé Tura, a Egipto. Los acuerdos del ministro con su homólogo egipcio, Farouk Hosni, incluyen la transferencia de información y tecnología para rehabilitar edificios y restaurar papel. Los restauradores españoles trabajarán en 21 edicificios, castigados por el tiempo y afectados por el terremoto del pasado octubre.

El aspecto más espectacular del desembarco en Egipto de expertos españoles es el programa de intervención para el patrimonio arquitectónico musulmán de El Cairo, muy castigado por el tiempo y afectado por el terremoto del pasado octubre."Llegué finalmente a la ciudad de El Cairo, madre de las ciudades, señora de extensas provincias y fértiles tierras, ¡limitada en su multitud de edificios, perlados en belleza y esplendor", escribió en 1345 Ibn Battuta. El gran viajero se sorprendería al ver el hoy el penoso estado de muchas de aquellas rutilantes construcciones. La gran ciudad que, al contrario que Bagdad y Damasco, pudo evitar la devastación de las invasiones mongolas y preservar su patrimonio medieval, no ha sabido sustraerse a otros males: la masificación, la desidia, la pobreza, los terremotos.

Los edificios del emir Shayju y el sabil kuttab (escuela coránica) del sultán Qaytbay, ambos en el bullicioso barrio cairota de Ibn Tulun, son tres de los 21 monumentos, en su mayoría de época mameluca (1251-1517), que han analizado los técnicos españoles y para los que han diseñado un programa de restauración. Ese programa es extrapolable al conjunto del patrimonio arquitectónico islámico de El Cairo, uno de los más ricos del mundo, con más de 600 monumentos destacables. España paga el trabajo de sus expertos y -a través del Instituto de Cooperación con el Mundo Arabe (ICMA)- se hará cargo totalmente, como gesto simbólico, de la restauración del sabil kuttab de Qaytbay. El Gobierno español ofrece asimismo actuar de intermediario con empresas españolas de construcción y con agencias internacionales de ayuda al patrimonio, y financiar, a medias con los egipcios, una escuela de restauración.

En su informe sobre las necesidades de conservación del patrimonio islámico, los técnicos españoles subrayan que parte de las lesiones en los monumentos son anteriores al seísmo de octubre, y que en muchos casos éste sólo ha hecho que aumentar daños ya existentes. Entre los daños que sí ha causado evidentemente el terremoto figuran las lesiones en las partes más altas de los minaretes, sobre todo a los de época mameluca.

Una de las más interesantes conclusiones de los técnicos españoles, y que va a condicionar todo el trabajo, es la apreciación de que existen en la forma de construir una serie de disposiciones de elementos que podrían considerarse como preventivos de las acciones sísmicas. La larga experiencia acumulada durante siglos de edificación, y transmitida de generación en generación, condujo a la adopción de formas constructivas eficaces ante los terremotos. La introducción de elementos de madera en los muros, por ejemplo, amortigua y absorbe sacudidas bruscas.

Los técnicos proponen aprender de los mamelucos: preservar en las restauraciones los elementos que ellos dispusieron y hacer uso de otros similares cuando sea conveniente.

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