Gonzalo Suárez, en contra del lamento permanente sobre el cine español

El Premio Nacional de Cine presenta su último largometraje en Argentina

El director de cine Gonzalo Suárez, Premio Nacional de Cinematografía 1991, declaró en Buenos Aires que no le agrada el lamento permanente sobre la situación del cine español, porque "esa imagen de inspirar piedad es todo lo contrario a la fábrica de sueños y acaba por desalentar al espectador". La noticia del premio, otorgado el lunes a Suárez y a Rafaela Aparicio, coincidió con la intervención del cineasta en el cine Loire de Buenos Aires, para celebrar los primeros seis meses de una sala dedicada al cine español con la proyección de Don Juan en los infiernos.

Para celebrar el medio a...

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El director de cine Gonzalo Suárez, Premio Nacional de Cinematografía 1991, declaró en Buenos Aires que no le agrada el lamento permanente sobre la situación del cine español, porque "esa imagen de inspirar piedad es todo lo contrario a la fábrica de sueños y acaba por desalentar al espectador". La noticia del premio, otorgado el lunes a Suárez y a Rafaela Aparicio, coincidió con la intervención del cineasta en el cine Loire de Buenos Aires, para celebrar los primeros seis meses de una sala dedicada al cine español con la proyección de Don Juan en los infiernos.

Para celebrar el medio año de cine español en las salas de Buenos Aires, acudió a la ciudad Gonzalo Suárez con su último largometraje, Don Juan en los infiernos, que fue recibido por los invitados con una ovación. Al aplauso por la película se unía la felicitación, porque unas horas antes Suárez había recibido la noticia de su Premio Nacional de Cine. Para Suárez, su presencia en Argentina supone también una curiosa coincidencia. Su última obra, El lado oscuro, producida por TVE y presentada en el reciente festival de Valladolid, trata un tema argentino de la reciente dictadura.El lado oscuro dura algo menos de una hora y está basada en un documento sonoro, las declaraciones de un torturado a la comisión de investigación de los crímenes de la dictadura que dirigió el escritor Ernesto Sábato. Suárez explicó que para esta obra consiguió a última hora encontrar, casi de casualidad, al actor argentino Hugo Gorban como interlocutor de Héctor Alterio en el diálogo entre torturador y torturado. El papel esta a previsto para Gurruchaga, quien no pudo adquirir el tono adecuado del lenguaje y, en el Último momento, encontraron a Gorban, que se encontraba casi retirado del cine y trabajaba en una pastelería.

Habló Suárez en Buenos Aires de su proyecto inmediato: El detective y la muerte, basada en un cuento de Andersen, una idea que le persigue desde hace 20 años y que, al fin, ha conseguido concretar en un guión aceptable. El problema ahora para Suárez será lograr la financiación para el proyecto, unos 390 millones de pesetas, que tal vez consiga en coproducción con Francia. Según Suárez, la película podría rodarse en Moscú o en Buenos Aires, porque transcurre en la no che y las noches son iguales en las ciudades. La decisión se tomará en función de los costos.

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