Astérix y el caldero

Apartados de la muestra están referidos a los celtas en Italia y en el Danubio y a su expansión a través de los Balcanes, que culminó con la instalación de tribus en Asia Menor, donde recibieron el nombre de gálatas. Otra pieza importante de la exposición es el yelmo de bronce procedente de la tumba de un jefe en Rumania.En relación a los gálatas, el Palazzo Grassi acoge en su vestíbulo la célebre escultura del galo moribundo del capitolio, copia de un bronce helenístico, parte de un monumento con el que el rey Atalo de Pérgamo conmemoró su victoria sobre los gálatas en el 241 antes de Cristo....

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Apartados de la muestra están referidos a los celtas en Italia y en el Danubio y a su expansión a través de los Balcanes, que culminó con la instalación de tribus en Asia Menor, donde recibieron el nombre de gálatas. Otra pieza importante de la exposición es el yelmo de bronce procedente de la tumba de un jefe en Rumania.En relación a los gálatas, el Palazzo Grassi acoge en su vestíbulo la célebre escultura del galo moribundo del capitolio, copia de un bronce helenístico, parte de un monumento con el que el rey Atalo de Pérgamo conmemoró su victoria sobre los gálatas en el 241 antes de Cristo.

En cuanto a la religión celta, la exposición incluye los famosos elementos del santuarlo galo de Roquepertuse, con una extraña figura de ave y dos personajes sentados.

Más información

El área celtibérica aparece incluida, por primera vez, en una exposición sobre el mundo celta. Está representada por una multitud de objetos, entre ellos dos contundentes verracos de granito. Una sala dedicada a la vida cotidiana muestra la habilidad de los celtas como artesanos.

El apartado Los Celtas en las Islas Británicas incluye otras piezas excepcionales: un escudo en bronce con esmaltes recuperado del fondo del Támesis, y otro de madera y cuero, milagrosamente preservado. Irlanda es el último refugio de los celtas, donde se preservó, cristianizándola, su herencia. Una enorme sala oscura, de nuevo un bosque, con una pequena nave de oro simbólica en su centro, da paso a la época de los códices miniados, que muestran la influencia del genio celta y su herencia en el arte cristiano de Irlanda y en las leyendas épicas medievales.

La muestra se cierra con una sala dedicada a visualizar la pervivencia del influjo celta hasta nuestros días: viñetas de Astérix, paquetes de cigarrillos, un comic de Corto Maltés, y, en el centro, contrastando, la pieza maestra, el caldero de Gundestrup, la obra emblemática de los celtas, plena de relieves: un compendio de ritos y creencias.

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