Nunca más "a lo Vautrot"

El célebre árbitro francés de fútbol Michel Vautrot, que fue elegido el mejor del mundo en 1988 y 1989 y dio que hablar tras las declaraciones calumniosas del presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil, que le calificó de homosexual la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA) sancionó a Gil con dos años de suspensión-, dirigió en la noche del miércoles pasado su último partido internacional. El Partizán de Belgrado y el Inter de Milán, en la Copa de la UEFA, fueron los testigos de su adiós.El historial de Vautrot, que cumplió 45 años de edad el 23 de octubre, es impresionante: ha intervenido en dos fases finales de la Copa del Mundo, las de España 82 e Italia 90; en otras dos de los Campeonatos de Europa, las de Francia 84 y Alemania 88; en una Final de la Copa de Europa de clubes, la del Steaua de Bucarest y el Barcelona en 1986, y en el partido de ida de otra de la Copa de la UEFA, la del Videoton y el Real Madrid en esa misma temporada... En resumen, ha dirigido 44 encuentros internacionales de selecciones y 47 de clubes. En unas declaraciones al diario deportivo francés L'Equipe, Vautrot afirma: "No recuerdo haber tenido ningún problema enorme. Errores de apreciación o de decisión, sí. Pero nunca he influido en los resultados. Eso, jamás".

Sin embargo, Vautrot admite que le gustaría volver a escribir la historia en lo concerniente a un par de encuentros recientemente jugados. Uno de ellos, el polémico Real Madrid-Milan, de la pasada Copa de Europa: "Hay una enorme diferencia entre lo que vi sobre el terreno y lo que se ve en las imágenes televisuales. He rehecho los 90 minutos de juego al menos diez veces en mi cabeza. Debería haber reprimido la violencia surgida. Me dejé llevar por la belleza del escenario, el estadio Bernabéu, y por el olor del partido. Arbitré a lo Vautrot, tratando de establecer una complicidad sincera con los jugadores en vez de aplicar el reglamento en toda su rigurosidad".

Pero conste que aplicar estrictamente el reglamento tampoco es la mejor solución si se quiere "dejar vivir al balón", expone Vautrot. El mejor ejemplo fue, según él, su actuación en el encuentro de apertura del último Mundial, entre Camerún y Argentina, la campeona entonces vigente, el otro que le agradaría reescribir. "Habíamos recibido consignas estrictas para controlar el juego. Arbitré con el libro, no a lo Vautrot ", manifiesta con un tono de excusa.

Vautrot se muestra tajante en cuanto se refiere a la posible corrupción arbitral: "Nunca he encontrado a nadie que me haya dicho que, si ganaba, me daría algo. Pero la corrupción pasiva existe. Muchas veces lo he visto. Se nos ofrece un espectáculo el día antes del partido y uno se da cuenta de que tiene dos guapas señoritas sentadas al lado. Pero, puedo afirmarlo, no he costado gran cosa a los clubes europeos. No fumo, no bebo y... Pero eso no les concierne", afirma con humor.

Las explicaciones de Gil

A propósito de las acusaciones de Jesús Gil sobre su presunta homosexualidad, Vautrot se contenta con decir que ha recibido en su domicilio personal una carta llena de excusas del presidente del Atlético de Madrid, quien le dice que toda la culpa de lo sucedido la tienen los periodistas favorables al Real Madrid, que montaron un complot a su alrededor.Vautrot se retira del fútbol internacional, pero no del fútbol. Lejos del tumulto de los partidos de las competiciones europeas, lo previsto es que pase en junio de 1991 a ejercer el cargo de presidente de la Comisión Central de Árbitros Franceses.