Rotas las negociaciones para el acuerdo de la leche en Galicia

V. M. Industrias y organizaciones agrarias en Galicia rompieron las negociaciones para fijar los precios en el sector de la leche de vaca. La oferta de las empresas, con un precio mínimo de 37 pesetas por litro y que contaba con una ayuda de la propia Xunta de Galicia, no fue aceptada por los ganaderos. A partir de ahora se abre un período de interrogantes para resolver los problemas de precios en el sector, que afectan especialmente a las provincias de la mitad norte de la Península.

Las negociaciones en Galicia se mantienen desde hace ya varios meses y las mismas se habían considerado...

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V. M. Industrias y organizaciones agrarias en Galicia rompieron las negociaciones para fijar los precios en el sector de la leche de vaca. La oferta de las empresas, con un precio mínimo de 37 pesetas por litro y que contaba con una ayuda de la propia Xunta de Galicia, no fue aceptada por los ganaderos. A partir de ahora se abre un período de interrogantes para resolver los problemas de precios en el sector, que afectan especialmente a las provincias de la mitad norte de la Península.

Las negociaciones en Galicia se mantienen desde hace ya varios meses y las mismas se habían considerado como un punto de referencia, no solamente para fijar los precios tanto en otras regiones como incluso a nivel estatal. Durante: este período se ha producido un acercamiento de posiciones. De unas ofertas iniciales, que en algunos casos se situaron en 34 pesetas, los industriales elevaron sus posiciones hasta situarlas en 37 pesetas. Esta cantidad es igual a la fijada por laudo del Ministerio de Agricultura el último año para la campaña de verano. Sin embargo, las empresas mantenían el precio a cambio de que se mejorase la calidad de la materia prima.

Los industriales ofrecían un precio mínimo de 37 pesetas para una leche de 3,4% de materia grasa frente al 3,2%. que se aplica en este momento, así como un 8,2% de extracto graso. Igualmente se fijaba una nueva tabla de primas desde las cero a las 400.000 bacterias y penalizaciones desde las 700.000 bacterias. La Xunta de Galicia, para aproximar las posiciones, ofrecía ayudas para primar la calidad del producto, política que no ha sido bien recibida por la Administración central.

El compromiso entre los industriales y los ganaderos se rompió fundamentalmente ante las posiciones del conjunto de las organizaciones agrarias a nivel estatal, contrarias a firmar acuerdos regionales en lugar de llevar a cabo una negociación nacional. Los sindicatos propugnan un compromiso sobre precios a escala nacional así como para las condiciones de calidad. Por su parte, las industrias se niegan a este tipo de negociaciones. En estas circunstancias, parece imposible un compromiso, salvo que intervenga la Administración.

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