España deberá destilar o quemar unos cinco millones de hectolitros de vino

Los productores de vino españoles deberán destinar esta campaña unos cinco millones de hectolitros para su destilación o quema, según se desprende del balance provisional de cosecha presentado en Bruselas por la Administración española. De esta cantidad, una parte al menos deberá ser destilación obligatoria.

La producción de vino en la última campaña ha sido objeto de diversas estimaciones, aunque todas la situaban en torno a los 30 millones de hectolitros. Las cifras de la Administración se han fijado en unos 29 millones de .hectolitros, de los que 11,5 corresponden a vinos de calidad ...

Los productores de vino españoles deberán destinar esta campaña unos cinco millones de hectolitros para su destilación o quema, según se desprende del balance provisional de cosecha presentado en Bruselas por la Administración española. De esta cantidad, una parte al menos deberá ser destilación obligatoria.

La producción de vino en la última campaña ha sido objeto de diversas estimaciones, aunque todas la situaban en torno a los 30 millones de hectolitros. Las cifras de la Administración se han fijado en unos 29 millones de .hectolitros, de los que 11,5 corresponden a vinos de calidad y 17 millones de hectolitros a vinos de mesa. Al inicio de campaña, la estimación de las existencias se situaba en 23 millones de hectolitros, de los que 14,8 corresponden a denominaciones de origen y los 8,2 millones de hectolitros restantes a vinos de mesa.De acuerdo con el balance elaborado por España, los vitivinicultores españoles deberán destilar este año unos cinco millones de hectolitros por todos los conceptos. La destilación preventiva puede llegar hasta el 24% de la producción de vinos de mesa, lo que equivale a casi cuatro millones de hectolitros. La cantidad restante hasta los cinco millones de hectolitros sería destilación obligatoria.

Una vez fijada por la Comunidad Europea la cantidad de vino a quemar por el sector español, los productores pueden optar por hacerlo como destilación voluntaria en una primera fase o como obligatoria en una segunda. En medios sindicales se recomienda a los productores que utilicen en la mayor medida posible la quema voluntaria o preventiva por tener un precio elevado, entre 253 y 263 pesetas hectogrado, frente a las 195 pesetas de la destilación obligatoria.