La CE confía concluir la 'guerra de las hormonas' con Estados Unidos en mayo

La Comunidad Europea (CE) se mostró ayer cautamente confiada en acabar el mes próximo con la llamada guerra de las honnonas, que desde principios de año envenena sus relaciones comerciales con Washington. La prohibición comunitaria del consumo e importación de carne tratada con hormonas incitó a la Administración norteamericana a imponer un arancel del 100% sobre productos europeos exportados a Estados Unidos por valor de 11.500 millones de pesetas.El comisario europeo Frans Andriessen informó a los ministros de Asuntos Exteriores de los doce de la labor efectuada por un grupo de...

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La Comunidad Europea (CE) se mostró ayer cautamente confiada en acabar el mes próximo con la llamada guerra de las honnonas, que desde principios de año envenena sus relaciones comerciales con Washington. La prohibición comunitaria del consumo e importación de carne tratada con hormonas incitó a la Administración norteamericana a imponer un arancel del 100% sobre productos europeos exportados a Estados Unidos por valor de 11.500 millones de pesetas.El comisario europeo Frans Andriessen informó a los ministros de Asuntos Exteriores de los doce de la labor efectuada por un grupo de trabajo norteamericano-europeo que en mayo podría llegar a un acuerdo tendente a sustituir las exportaciones estadounidenses a la CE de carne de vacuno hormonada por despojos y carne de gran calidad (Hilton beej) que no haya recibido ese tratamiento. El restablecimiento parcial de la corriente exportadora de EE UU a la Comunidad debería incitar a la Administración del presidente George Bush, en opinión del comisario holandés responsable de las relaciones exteriores de la CE, a levantar paulatinamente su sanción arancelaria.

Entre los problemas aún pendientes de resolver en el seno del grupo de conciliación figuran las inspecciones veterinarias que la Comisión Europea desea poder efectuar en los mataderos norteamencanos para tener la garantía de que la carne destinada a la exportación no ha sido tratada con hormonas.

Estados Unidos, que desde hace años certifica en origen la buena calidad de la carne comunitaria que cruza el Atlántico, pretende también demostrar que en los mataderos europeos no se aplica la directiva de la CE y gran parte de la carne de vacuno a la venta sigue conteniendo hormonas.

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