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Otro teatro georgiano vino al Festival Internacional. El Mardjanishvili interpreta una obra célebre en su República: La caída, de Mikhail Javakhisvili, que es tuvo prohibida desde 1924 hasta 1956, sin duda porque mostraba vivamente que el cambio revolucionario de poderes puede producir otros excesos y otros errores. Hoy puede tener un caracter de actualidad relativa en su ámbito. La narración que acompaña en el programa, a la representación, muestra el caracter novelesco interesante de La Caída, que en el escenario es incomprensible por el idioma georgiano. Esta barrera, en cambi...

Otro teatro georgiano vino al Festival Internacional. El Mardjanishvili interpreta una obra célebre en su República: La caída, de Mikhail Javakhisvili, que es tuvo prohibida desde 1924 hasta 1956, sin duda porque mostraba vivamente que el cambio revolucionario de poderes puede producir otros excesos y otros errores. Hoy puede tener un caracter de actualidad relativa en su ámbito. La narración que acompaña en el programa, a la representación, muestra el caracter novelesco interesante de La Caída, que en el escenario es incomprensible por el idioma georgiano. Esta barrera, en cambio, no impide apreciar las características de una interpretación sólida, de unos actores educados a la antigua, con las emociones y las pasiones a flor de piel, sobre todo en dos de ellos, el que interpreta el aristócrata desplazado por la revolución, Nodar Mgaloblishvili y el que se aprovecha de ella para apoderarse de todo, incluso de la mujer del aristócrata, Nani Chikvinidze. El escenario es sencillo y antiguo, las luces someras y el vestuario realista. Todo ello deja espacio al texto y a los actores La compañía fue aplaudida y ovacionada, aunque el teatro es tuvo poco poblado.