El ministro de Defensa exculpa a los militares por la 'guerra sucia'

El ministro de Defensa argentino, el radical Horacio Jaunarena, afirmó ayer que la lucha de las fuerzas armadas contra la subversión durante la dictadura militar "era necesaria". El ministro pronunció esta afirmación en un solemne acto con motivo de la graduación y entrega de sables a los nuevos oficiales que completaron sus estudios en el Colegio Militar. El acto se celebró en presencia del presidente, Raúl Alfonsín, y de los jefes de Estado Mayor del Ejército, Marina y Fuerza Aérea.El discurso de Jaunarena, plenamente acordado con su compañero de partido Alfonsín, parece un gesto más de reco...

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El ministro de Defensa argentino, el radical Horacio Jaunarena, afirmó ayer que la lucha de las fuerzas armadas contra la subversión durante la dictadura militar "era necesaria". El ministro pronunció esta afirmación en un solemne acto con motivo de la graduación y entrega de sables a los nuevos oficiales que completaron sus estudios en el Colegio Militar. El acto se celebró en presencia del presidente, Raúl Alfonsín, y de los jefes de Estado Mayor del Ejército, Marina y Fuerza Aérea.El discurso de Jaunarena, plenamente acordado con su compañero de partido Alfonsín, parece un gesto más de reconocimiento y un intento de aplacar las exigencias planteadas por los militares amotinados recientemente y que fueron asumidas y multiplicadas por las declaraciones del jefe del Estado Mayor del Ejército, Dante Caridi.

Jaunarena dijo en su discurso que "las fuerzas armadas se vieron ante la circunstancia de tener que enfrentar militarmente a un enemigo de nuestra convivencia, sin el diseño ni la adaptación necesaria para esta emergencia. La mayor parte de la lucha se llevó a cabo fuera del marco de los Gobiernos constitucionales, quedando cuestionada la legitimidad política y jurídica de una lucha que era necesaria". Añadió Jaunarena que los militares "eliminaron el fenómeno, pero no evitaron el reproche por la manera de hacerlo. Debemos admitir que nos equivocamos todos. ¿Vamos a seguir tratando de cargar todas las culpas en el otro, sin la admisión de la menor responsabilidad propia? Volvamos a aceptar esta realidad, que es evidente para todo argentino sensato".

Las palabras de Jaunarena intentan cumplir una de las exigencias de los amotinados de Villa Martelli: el reconocimiento de la lucha de las fuerzas armadas contra la subversión. Días atrás, Alfonsín ya dijo que hubo "casi una guerra". Al afirmar la "necesidad" de esa lucha, Jaunarena da una cierta legitimidad a la actuación militar.

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