Casi un desconocido

Cuentan que una madrugada del otoño del 1965, al acabarse hacia las dos la juerga consecutiva a la entrega del Premio Renaudot por Les choses, Georges Perec recibió una llamada de España para reservar los derechos de traducción al castellano: la obra sería publicada a los dos años en versión bastante esmerada de Jesús López Pacheco por la editorial Seix Barral (Las cosas, colección Biblioteca Breve); fue acogida por algunos articulistas atentos a la novedad que su publicación suponía: el propio traductor (Revista de Occidente, 1968, número 61), Emilio Náñez...

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Cuentan que una madrugada del otoño del 1965, al acabarse hacia las dos la juerga consecutiva a la entrega del Premio Renaudot por Les choses, Georges Perec recibió una llamada de España para reservar los derechos de traducción al castellano: la obra sería publicada a los dos años en versión bastante esmerada de Jesús López Pacheco por la editorial Seix Barral (Las cosas, colección Biblioteca Breve); fue acogida por algunos articulistas atentos a la novedad que su publicación suponía: el propio traductor (Revista de Occidente, 1968, número 61), Emilio Náñez (Filología Moderna, 1966, número 6) y Domingo Pérez Minik (en La novela extranjera en España, Taller de Josefina Betancor, 1973), pero está agotada de momento, sin que se sepa cuándo ni en qué condiciones ha de reimprimirse.

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Literatura potencial

Aunque el Banco de Granada publicó, en el catálogo de la exposición del pintor italiano Paolo Boni (1979), un breve texto de Perec (Paolo Boni, mecánico de lo imaginario, por cierto inédito en francés), se tuvo que esperar hasta el año 1984 para que en España se volviera a hablar de su obra: entre conferencias, artículos y homenajes, Javier Mina (Institución Príncipe de Viana, 1983), Antonio Altarriba (Lux daemoniorum, 1984, número 4) y Jesús Camarero (Georges Perec y el OuLiPo, tesis de doctorado, universidad del País Vasco, 1986. Véase también Pamiela, 1985, número 8, con algunos extractos de Je me souviens, traducidos al euskera por Edurne Garitano) iniciaron, con la Asociación Georges Perec, un movimiento que culminaría provisionalmente con los Encuentros de Literatura Potencial (Vitoria, 1985) y una exposición sobre Georges Perec (Instituto Francés de Madrid, 1986). Rafael Conte publicó en la revista El urogallo la traducción de Notas sobre lo que busco.

Hace poco se tradujeron en España dos importantes libros de Perec: Pensar/Clasificar (Gedisa) y W, o el recuerdo de la infancia (Península), llenas ambas versiones de lamentables contrasentidos, lo cual no es de extrañar cuando, a pesar de que Georges Perec se dedicó durante 20 años a arremeter contra los estragos del surrealismo, es llamado "surrealista impenitente" en la contracubierta...

Aunque últimamente esté renaciendo el optimismo con el estreno reciente en lengua catalana de L`augment y la muy seria traducción de Josep Escué de La vida, instrucciones de uso (Anagrama), mucho ha de progresar todavía la mera lectura de los textos de Georges Perec para que el público español pueda tener acceso a una versión coherente de esta obra descomunal.

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