La viuda de Allende pide apoyo mundial para el 'no' contra Pinochet

Hortensia Bussi, la viuda del presidente chileno Salvador Allende muerto en el golpe de Estado de 1973, es uno de los centenares de chilenos a los que aún el régimen del general Augusto Pinochet impide el regreso a su país por constituir un "peligro para la seguridad del Estado". Muchos piensan, sin embargo, que a sus 73 años es mucho más peligrosa en el exterior, donde es una activa dirigente de la campaña internacional contra la dictadura, que dentro de Chile.

La pasada semana, Hortensia Bussi estuvo en Madrid y obtuvo del Gobierno la promesa de enviar una delegación a Chile para cont...

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Hortensia Bussi, la viuda del presidente chileno Salvador Allende muerto en el golpe de Estado de 1973, es uno de los centenares de chilenos a los que aún el régimen del general Augusto Pinochet impide el regreso a su país por constituir un "peligro para la seguridad del Estado". Muchos piensan, sin embargo, que a sus 73 años es mucho más peligrosa en el exterior, donde es una activa dirigente de la campaña internacional contra la dictadura, que dentro de Chile.

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La pasada semana, Hortensia Bussi estuvo en Madrid y obtuvo del Gobierno la promesa de enviar una delegación a Chile para controlar la limpieza del plebiscito presidencial, previsto para finales de este año. "Hoy día se da la paradoja de que la opción que más conviene a la oposición chilena y la que más problemas crea a la dictadura es la realización del plebiscito, previsto por la Constitución del propio régimen", asegura la viuda de Allende a EL PAÍS. Ella se ha sumado con entusiasmo a la campaña internacional para obligar al régimen a cumplir las garantías mínimas necesarias para asegurar la transparencia del plebiscito."En los últimos días se han hecho públicos en Chile temores de que el régimen suspenda incluso la realización del plebiscito, dada la abrumadora mayoría de votos negativos que muestran todas las encuestas", afirma Bussi.

De pequeña estatura, ojos vivaces y voz mesurada, Hortensia Bussi representa con delicadeza y energía a la vez su papel de viuda del último mito chileno, su esposo, Salvador.

Especialmente cuidadosa con las divisiones de la oposición chilena, se niega a militar en ningún partido, aunque su corazón es socialista. "Me duele que el partido de Allende haya sido uno de los más divididos tras el golpe de Estado", asegura, aunque afirma que hay pasos positivos en la búsqueda de una reunificación socialista. "Si la oposición consiguiera obligar a Pinochet a convocar elecciones libres, no quiero que se repita el caso de Corea del Sur", afirma.

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Allende, en España

Durante su estancia en España, en la cual inauguró en Madrid y Granada barrios y plazas que llevan el nombre de Salvador Allende, se entrevistó con numerosos dirigentes que acudieron a la reunión de la Internacional Socialista. "El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, me dijo que tenía interés en visitar personalmente Chile en los próximos meses y me prometió que enviará una representación parlamentaria a Chile como observadora del plebiscito", dice.

La viuda de Allende cree que la comunidad internacional será fundamental para garantizar la limpieza del referéndum. "Pinochet es un peligro para la tranquilidad de todo el sur de América Latina. Por eso creo que la presión internacional, según como se desarrollen los acontecimientos, puede ser vital. Entre las muchas personalidades que han decidido acudir a Chile en esos días", anuncia, "están los ex presidentes de Estados Unidos Gerald Ford y Jimmy Carter".

¿Y usted intentará estar presente allí?

"Nunca he querido regresar clandestinamente a mi país. No me corresponde hacerlo. Pero si en esa jornada ganara el no, estará un poco más cerca el retorno de todos a la democracia en Chile", dice.

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