Una prueba realizada a Carreras demuestra que no hay células leucémicas en su médula

Un diagnóstico optimista definitivo no podrá realizarse hasta finales de mes

El tenor José Carreras se recupera satisfactoriamente de la leucemia linfoblástica que le fue diagnosticada el pasado mes de julio. Según fuentes médicas del hospital de Seattle (Estados Unidos) donde se halla internado Carreras, la prueba realizada esta semana ha permitido comprobar que no hay células leucémicas en la muestra extraída y, por el contrario, "se observa un nuevo crecimiento de los tejidos sanos de la médula ósea". Un diagnóstico plenamente optimista no podrá realizarse hasta que el enfermo haya superado otras dos pruebas similares a la practicada esta semana, que se realizarán a...

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El tenor José Carreras se recupera satisfactoriamente de la leucemia linfoblástica que le fue diagnosticada el pasado mes de julio. Según fuentes médicas del hospital de Seattle (Estados Unidos) donde se halla internado Carreras, la prueba realizada esta semana ha permitido comprobar que no hay células leucémicas en la muestra extraída y, por el contrario, "se observa un nuevo crecimiento de los tejidos sanos de la médula ósea". Un diagnóstico plenamente optimista no podrá realizarse hasta que el enfermo haya superado otras dos pruebas similares a la practicada esta semana, que se realizarán a lo largo de este mes. A Carreras le fue diagnosticada la citada enfermedad mientras rodaba una versión cinematográfica de La Bohème en París.

La prueba a que fue sometido el miércoles José Carreras, y cuyos resultados se conocieron ayer, es la primera de las tres que se le realizarán al tenor durante el mes siguiente a la reimplantación de médula ósea llevada a cabo el 16 de noviembre en el centro Hutchinson de Seattle. Aunque los resultados de ayer son prometedores, los médicos que atienden a Carreras consideran especialmente importante que continúe la regeneración de médula y no haya rastros de células leucémicas en las pruebas a que el tenor debe someterse dentro de una y dos semanas, a los 21 y 28 días, respectivamente, del reimplante de médula.

Ingreso

José Carreras ingresó en el hospital del centro de investigaciones Hutchinson de Seattle a principios del pasado mes de noviembre y, a los pocos días de su llegada, le fue extraída cierta cantidad de médula ósea mediante una punción. A continuación, José Carreras debió atravesar la que sin duda sería la fase más incómoda y dolorosa en el tratamiento de la leucemia linfoblástica que le fue detectada el pasado verano.Durante cerca de diez días, la médula ósea extraída a Carreras fue regenerada por procedimientos químicos, al tiempo que el tenor era sometido a un tratamiento intensivo de quimioterapia y radioterapia integral.

Esto último implica que debió recibir radiaciones en todo el cuerpo.

Esta fase fue descrita por las fuentes del centro Hutchinson consultadas por este diario como "de acentuada incomodidad, más que dolor, para el paciente; por efecto de los medicamentos y la radioterapia, las mucosas se secan y el enfermo experimenta dificultades para tragar, beber y otras funciones; en muchos casos se producen también dificultades digestivas, pérdida de apetito, caída del cabello, etcétera".

Finalmente, el lunes, 16 de noviembre, la médula ósea extraída a Carreras le fue reimplantada mediante un sencillo procedimiento que duró una hora y media y que se llevó a cabo en la misma habitación del tenor. Según la doctora Jean Sanders, que atiende al cantante español, "la reimplantación de médula no es, en absoluto, dolorosa".

Desde aquel momento hasta un mes después del reimplante de médula, José Carreras permanece en un entorno esterilizado en el centro Hutchinson, que sólo acoge a 60 pacientes internos al mismo tiempo. Pasada la primera fase del tratamiento, que dura cien días, el tenor vivirá, hasta que se le dé de alta, en un apartamento cercano a la clínica del centro Hutchinson.

Durante este primer período de un mes, José Carreras ha de ser sometido a tres controles de la regeneración de la médula ósea, el de ayer - 14 días después del reimplante-, otro 21 días después y un tercero a los 28 días de la reimplantación de médula. Los médicos consideran especialmente cruciales la segunda y tercera pruebas para determinar las perspectivas de recuperación del paciente.

La dolencia le fue diagnosticada a Carreras el pasado mes de julio mientras rodaba una versión de La Bohime en París. Tras una primera consulta, se aconsejó el ingreso del cantante lírico en el hospital Clínico de Barcelona.

El 18 de julio, Carreras era trasladado al citado centro sanitario. Según el primer parte médico, Carreras padecía una hemopatía aguda.

Sin embargo, al cabo de pocas horas ya trascendió la gravedad de la dolencia: una leucemia linfoblástica de tipo tres. La escasez de noticias oficiales sobre el estado de salud de Carreras desató una serie de incertidumbres sobre sus inmediatos compromisos profesionales. Con todo, aquel mismo mes de julio se cancelaba el estreno mundial de la ópera Cristóbal Colón que debía celebrarse en el Liceo barcelonés el pasado mes de septiembre. A consecuencia del tratamiento a que fue sometido Carreras, el 17 de agosto, el captante fue operado de una infección maxilofacial en la clínica Quirón de Barcelona. A la salida del centro, el propio Carreras declaró que se hallaba muy animado.

Solidaridad

Durante aquel mismo mes se realizaron distintas pruebas a posibles donantes para un trasplante de médula. Al no hallarse un donante con las condiciones requeridas se decidió optar por un autotrasplante que regenerara las células enfermas de la medula ósea del cantante español. Paralelamente se optó porque este tratamiento se llevara a cabo en el citado centro de Seattle, con una larga experiencia clínica en esta materia (han realizado 2.300 tratamientos de estas características).La enfermedad de Carreras ha sido seguida con enorme preocupación y el cantante ha recibido unas 100.000 cartas y telegramas de ánimo procedentes de todo el mundo. Aunque las expectativas de curación total de este tipo de dolencias se sitúan en el 50%, la rapidez con que fue detectada la citada enfermedad en el tenor catalán ha permitido un tratamiento rápido que ha impedido una progreso más grave de la mencionada leucemia. Fuentes médicas del hospital norteamericano explicaron a este diario que Carreras tiene una idea muy clara del proceso que está pasando y conoce sus riesgos "aunque no parece estar angustiado".

Algunas llamadas personales, la lectura y la televisión completan el panorama cotidiano del enfermo.

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