Manuel Ortuño,
abogado, presidente de Alianza Popular en Elche y portavoz municipal, se llevó al salón de sesiones una Biblia y un crucifijo para jurar "ante Dios y la sagrada Biblia" su nuevo cargo, al igual que sus otros cuatro compañeros de grupo. Ortuño pronunció un discurso que despertó algunas protestas entre el numeroso público que asistía a la investidura del socialista Manuel Rodríguez Maciá como alcalde de Elche. Tras explicar cómo entendía que el alcalde debía cumplir su misión, repitió la fórmula utilizada en el franquismo cuando se daba posesión a alcaldes, jefes del Movimiento y otros cargos: "Si así lo hacéis, que Dios os lo premie, y si no, que os lo demande". Para redondear su discurso, Ortuño echó mano de Julián Besteiro, recordando que el político debe "servir y no servirse de los cargos", y volvió a cosechar leves protestas del público.
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