Suprimida la desgravación fiscal del 15% para las inversiones de renta fija

Los Presupuestos Generales del Estado para el ejercicio de 1987 mantienen la misma tarifa del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), dando continuidad al tratamiento iniciado en 1985. Las mayores cambios en la declaración del próximo año se dan en las deducciones por inversiones. A partir de ahora queda suprimida la desgravación del 15% que gozaban las inversiones de renta fija, mientras que se reducen al 10% las deducciones sobre la renta variable y los seguros. El objetivo de estas medidas liberalizadoras, que dejan escasas ventajas a la renta fija, es promover los fondos de...

Los Presupuestos Generales del Estado para el ejercicio de 1987 mantienen la misma tarifa del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), dando continuidad al tratamiento iniciado en 1985. Las mayores cambios en la declaración del próximo año se dan en las deducciones por inversiones. A partir de ahora queda suprimida la desgravación del 15% que gozaban las inversiones de renta fija, mientras que se reducen al 10% las deducciones sobre la renta variable y los seguros. El objetivo de estas medidas liberalizadoras, que dejan escasas ventajas a la renta fija, es promover los fondos de pensiones y fomentar las inversiones de capital riesgo.

Los nuevos presupuestos eliminan totalmente la desgravación fiscal para los valores de renta fija, obligaciones, bonos y deuda, tanto del Estado como de las instituciones privadas. Al mismo tiempo, el porcentaje de desgravación para los valores de renta variable (acciones) baja de un 17% a un 10% al igual que para las cantidades invertidas en la suscripción de acciones de la propia empresa del declarante. Las primas de seguro podrán deducir ahora sólo un 10%, frente al 15%. del anterior ejercicio.El Gobierno considera que las deducciones en este campo se habían introducido para fomentar la inversión en un momento de escaso movimiento del dinero, mientras que ahora el mercado ya es suficientemente atractivo como para no, necesitar incentivos adicionales. Los nuevos presupuestos han dejado como estaban las deducciones por vivienda (un 15%) y por bienes de interés cultural (20%).

En las deducciones de la cuota de carácter familiar se introduce un incremento del 5% (que iguala la previsión de inflación). Este mismo aumento se aplicará a aquellas deducciones que suponen cuantías fijas (general, minusvalías físicas o psíquicas y rendimientos del trabajo). Esta subida no introducirá grandes modificaciones en las declaraciones de renta alta y sólo tendrán un cierto efecto en las más bajas.

La deducción general pasa de 17.000 pesetas a 17.850, y este mismo incremento se introduce en las desgravaciones por matrimonio, hijos, ascendientes, mayores de 70 años, y rendimientos del trabajo personal (ver cuadro en esta misma página).

La deducción variable (polinomio) tendrá un límite de 315.000 pesetas, cuando el pasado ejercicio era de 300.000.

Aumento profesional

En el capítulo de los rendimientos de las actividades profesionales, el Gobierno ha advertido el reducido grado ole participación en la tarea contributiva de los profesionales en relación con el resto de las categorías de ingresos y, en particular, con los rendimientos del trabajo. Para evitar tratamientos excesivamente diferenciados entre las distintas categorías de declarantes, los profesionales pasarán a ser objeto de una retención del 10%, en vez del actual 5%.Consideraciones parecidas a las que han aconsejado elevar las retenciones sobre los rendimientos de actividades profesionales, han llevado al Gobierno a aumentar los porcentajes hoy vigentes en materia ole pagos fraccionados.

En este ejercicio, se eleva al 20% el tipo aplicable a los pagos fraccionados. Sin embargo, estos cambios no elevan la cuota a pagar, ya que el objetivo que se persigue es conseguir una mayor adecuación entre las retenciones y/o pagos fraccionados y la renta tributaria para este tipo de rentas. De esta forma, el Gobierno pretende evitar la aparición de elevadas cuotas diferenciales entre las distintas categorías de ingresos.

El proyecto de presupuestos para 1987 mantiene básicamente la estructura impositiva vigente actualmente en materia del impuesto sobre sociedades, con unas modificaciones limitadas a la declaración de los no residentes y al tipo de retención sobre rendimientos de capital mobiliario. Los tipos aplicables a los no residentes que obtengan rentas en España sin establecimiento permanente se elevan al 10%, 14% y 9%, según los rendimientos.

Por otro lado, en las retenciones del capital mobiliario se incrementa el tipo, pasando del 18% al 20%. El Gobierno justifica esta medida en la ponderación de la incidencia de otros pagos a cuenta realizados a través de otras modalidades de renta (de trabajo, empresariales, profesionales) y en las necesidades recaudatorias.

Gastos fiscales

Los gastos fiscales -lo que el Estado deja de recaudar por las deducciones, desgravaciones, exenciones y bonificaciones en el conjunto de los impuestos- han sido estimados para 1987 en 898.700 millones de pesetas, lo que representa un 14,6% respecto a los ingresos totales presupuestados. En los presupuestos de 1986, los gastos fiscales suponían un 16% del total.El impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), que asciende en 1987 a 352. 100 millones de pesetas, constituye el concepto de mayor importancia. La elevada tasa de crecimiento del mismo para 1987 responde a la previsión de un aumento significativo de las deducciones por suscripción de valores mobiliarios.

Destacan también por la proporción que suponen respecto a los ingresos presupuestados, los gastos fiscales relativos al impuesto sobre sociedades, que ascienden a 185.400 millones de pesetas y representan el 34% de la recaudación esperada por dicho concepto. Los gastos fiscales en el IVA se han cifrado en 187.500 millones de pesetas, cifra algo inferior a la de 1986.