Italia y la RFA vuelven a jugar después de la final del Mundial 82

Italia y la República Federal de Alemania (RFA) juegan hoy un partido amistoso en la localidad italiana de Avellino, en el estadio Partenio, con capacidad para 40.000 espectadores. Ambas formaciones se enfrentan por vez primera desde la final de la Copa del Mundo disputada e n España en 1982. El balance de enfrentamientos es casi totalmente favorable a los transalpinos, por 9 victorias a 1. Sin embargo, las dos selecciones no se encuentran en un buen momento. Beckenbauer es un técnico puesto en entredicho en la RFA porque esta selección ha sumado excesivas derrotas en el último año; mientras, el eterno Bearzot intenta renovar la formación italiana, que ha sumado dos derrotas consecutivas en sus últimas actuaciones.Bearzot ha convocado, así, a un equipo experimental, cen 15 jugadores y muchas caras nuevas, "porque a los viejos", manifestó el técnico, "siempre hay tiempo para llamarlos". Varios de los considerados intocables no estarán en el encuentro de hoy. Son los casos del delantero Paolo Rossi, el centrocampista Antonio De Gennaro, el líbero Marco Tardelli y el defensa y capitán Gaetano Seirea. Sus sucesores, si la prueba es un éxito, pueden ser el centrocampista Carlo Ancelotti, el defensa Giusepe Bergomi y los delanteros Aldo Serena y Alessandro Altobelli, que volveria al equipo. El único jugador clásico que el técnico mantiene en la formación será el delantero Bruno Conti.

Beckenbauer sigue confiando en los veteranos, si bien intentará que el centrocampista Feliz Magath pueda hacer olvidar la ausencia del barcelonista Bernd Schuster. Mantiene a sus fijos, como Toni Schumacher, el guardameta; los defensas Briegel y Forster y los delanteros Allofs y Rummenigge. Beckenbauer hará volver a la selección a Lothar Matthaus, quien fue internacional en 35 ocasiones y llevaba algún tiempo apartado de la internacionalidad. Su joven figura es Olaf Thon, centrocampista del Schalke.

Los espectadores, por primera vez en la historia, estarán asegurados. En caso de muerte, el seguro pagará por la persona 10 millones de pesetas.