Tribuna:

Testimonio y memoria

Un nuevo talante ha inspirado el cine argentino de la democracia. Liberado de las ataduras censoras que presidieron su ejercicio en los años de la dictadura militar y hasta del miedo que pudo atenazar la libre inspiración de sus autores, las recientes películas filmadas en Buenos Aires dan cuenta de su inmediato pasado con el entusiasmo de una libertad casi olvidada pero también con el dolor y la vergüenza de haberla perdido. Un dolor que tardará en desaparecer no sólo de las pantallas cinematográficas sino del ánimo de quienes las programan.La selección que ahora se presenta en Madrid es, en ...

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Un nuevo talante ha inspirado el cine argentino de la democracia. Liberado de las ataduras censoras que presidieron su ejercicio en los años de la dictadura militar y hasta del miedo que pudo atenazar la libre inspiración de sus autores, las recientes películas filmadas en Buenos Aires dan cuenta de su inmediato pasado con el entusiasmo de una libertad casi olvidada pero también con el dolor y la vergüenza de haberla perdido. Un dolor que tardará en desaparecer no sólo de las pantallas cinematográficas sino del ánimo de quienes las programan.La selección que ahora se presenta en Madrid es, en este sentido, muy signiticativa. La guerra de las Malvinas, los niños desaparecidos, el presidente de los antiguos torturadores, la falta de esperanza en el futuro, la corrupción administrativa, la corrupción moral, son algunos de los temas que directa o indirectamente laten entre sus imágenes. Un cine, pues, testimónial de ese pasado pero con el ardor de lo subjetivo, con la feliz confusión de cierto escepticismo, de la amargura; de una memoria, en definitiva, sobre la que no ha pasado el tamiz de la indiferencia como ha ocurrido en otras cinernatografías -la nuestra, quizá- volcadas a modas que borran de un plumazo lo que hasta sólo ayer fue inquietud y reflexión.Si no todas. las películas argentinas seleccionadas en esta semana parten de una sinceridad indiscutible, sus actores, sí, arrojan sobre la pantalla la realidad de unos seres humanos a los que a veces basta una leve sugerencia del guión para matizar con talento los mil detalles de sus personajes. Ana María Picchio, Alicia Bruzzo, Dora. Baret, Marta Bianchi, Federico Luppi, Guillermo Battaglia, algunos de ellos sepultados por la depuración, interpretan estos filmes con una vehemencia inteligente, con un calor que a veces sobrecoge y que en cualquier caso nunca te deja ajeno. Faltan otros nombres en la delegación de actores que asiste a la semana, contrapesados con la presencia de Susú Pecoraro -la exquisita Camila- y Graciela Borges, cuyo talento, repartido por numerosos filmes, fue evidente en el ciclo de Raúl de la Torre que Televisión Española ofreció el pasado año.Cineastas vivos

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Guionistas, productores y directores completan la representación de un grupo de hombres que ayudan desde su oficio a la resurrección de un país tan debilitado por su historia reciente como para alcanzar una crisis sin precedentes para ellos. Cineastas vivos que no se han dejado contaminar por la tabla rasa de una frivolidad intolerable en su meridiano. Un cine que debe verse tanto para conocer mejor sus circunstancias como para recuperar el absurdamente desprestigiado concepto de que el cine forma parte de la vida.

La historia oficial, de Luis Puenzo, con la que su protagonista, Norma Aleandro, obtuvo en el último Festival de Cannes, el premio de interpretación fe menina; Los chicos de la guerra, de Bebe Kamin, que cuenta la reciente tragedia de las Malvinas; Pasajeros de una pesadilla, del veterano Fernando Ayala, que habla con valentía de un re ciente escándalo social; Asesinato en el Senado de la nación, de Juan José Jusid, que trasplanta a los años treinta la corrupción política actual; Darse cuenta, de Alejandro Doria, que establece un melodrama sobre la falta de entusiasmo vital que ahora des cubre en su país; En retirada, de Juan Carlos Desanzo, que cuenta el desconcierto de quienes de jaron de ser protegidos por la dictadura, y El juguete rabioso, de José María Paolontino, son los títulos seleccionados para esta muestra.

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