Tribuna:La apertura del palacio de Villahermosa

Ideas sobre el espacio

La ampliación del Museo del Prado, su oportunidad y su criterio, se ha enfrentado con interpretaciones divergentes. Todas las opiniones coinciden en apuntar aspectos de interés de cara a la integración en el Prado del nuevo edificio. Jaime Lafuente, arquitecto responsable de las últimas reformas de acondicionamiento del Prado histórico, apunta el atractivo aumento de superficie que puede solucionar, más allá del espacio de exhibición, muchas de las necesidades del sector de servicios del museo.Para el catedrático y arquitecto Antonio Fernández Alba, director del Instituto de Restauración y Con...

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La ampliación del Museo del Prado, su oportunidad y su criterio, se ha enfrentado con interpretaciones divergentes. Todas las opiniones coinciden en apuntar aspectos de interés de cara a la integración en el Prado del nuevo edificio. Jaime Lafuente, arquitecto responsable de las últimas reformas de acondicionamiento del Prado histórico, apunta el atractivo aumento de superficie que puede solucionar, más allá del espacio de exhibición, muchas de las necesidades del sector de servicios del museo.Para el catedrático y arquitecto Antonio Fernández Alba, director del Instituto de Restauración y Conservación de la dirección general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, la proximidad al Museo del Prado tradicional y la atractiva imagen de exterior de Villahermosa suponen también datos positivos.

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El arquitecto Estanislao Pérez Pita piensa, sin embargo, que dentro de una expansión urbanística ideal del conjunto del Museo del Prado -que, junto a los edificios actuales contempla la futura incorporación del Buen Retiro, actual Museo del Ejército-, hubiera resuitado más lógico no haber cruzado el eje del paseo de la Castellana.

En cuanto a los problemas de adaptación a su nueva función museística que el palacio Villahermosa plantea, Jaime Lafuente apunta la necesidad de alcanzar los mismos estándares de acondicionamiento definidos para el antiguo edificio de Villanueva, dado que el nuevo espacio deberá albergar, sea cual sea su destino, obras de importancia artística equivalente; con todo, Lafuente cree que será un proceso de acondicionamiento más sencillo que en el Prado tradicional.

Antonio Fernández Alba y Pérez Pita coinciden en la idea de que la readaptación interior deberá implicar una transformación prácticamente total del edificio, por cuanto el espacio para oficinas proyectado por Moreno Barberá es, en palabras de Pérez Pita, "cualquier cosa menos museístico".

Ambos arquitectos piensan igualmente que, en materia de rehabilitación de antiguos edificios la existencia de transformaciones posteriores suele plantear problemas que derivan en un encarecimiento de los costes con respecto a los edificios que conservan intacto su planteamiento original.

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