Los creadores en las lenguas oficiales del Estado podrán concursar al Premio Nacional de las Letras Españolas

Todos los escritores españoles que escriban en cualquiera de las lenguas oficiales del Estado podrán optar al Premio Nacional de las Letras Españolas y al Premio Nacional de Literatura, según anunció ayer el ministro de Cultura, Javier Solana, durante una conferencia de prensa. El ministro aseguró desconocer todo lo concerniente a la posible desaparición de su departamento, "porque eso es decisión exclusiva del presidente del Gobierno".

Las novedades dentro de los premios nacionales suponen, en primer lugar, la creación del Premio Nacional de las Letras Españolas, que se concederá al co...

Todos los escritores españoles que escriban en cualquiera de las lenguas oficiales del Estado podrán optar al Premio Nacional de las Letras Españolas y al Premio Nacional de Literatura, según anunció ayer el ministro de Cultura, Javier Solana, durante una conferencia de prensa. El ministro aseguró desconocer todo lo concerniente a la posible desaparición de su departamento, "porque eso es decisión exclusiva del presidente del Gobierno".

Las novedades dentro de los premios nacionales suponen, en primer lugar, la creación del Premio Nacional de las Letras Españolas, que se concederá al conjunto de la obra de los autores españoles vivos realizada en cualquiera de las lenguas oficiales. Su dotación será de cinco millones de pesetas, y el jurado estará compuesto por miembros designados por el ministro de Cultura, teniendo en cuenta la variedad lingüística de las obras concursantes.Para Javier Solana la creación de este premio supone desarrollar el artículo 149.2 de la Constitución, en el que se dice que el Estado considerará el servicio de la cultura como deber y atribución esencial y facilitará la comunicación entre las comunidades autónomas, de acuerdo con éstas.

Respecto al Premio Nacional de Literatura, al igual que el de Letras, se abre a todas las lenguas oficiales del Estado y supone la fusión de los anteriores premios nacionales de novela y narrativa, poesía y ensayo, de forma que todos estos géneros literarios podrán optar al galardón. Hasta ahora sólo podían hacerlo las obras escritas en castellano.

Este premio, dotado con 2.500.000 de pesetas, se concede a la labor creativa realizada en un solo libro, publicado durante el último año, y pueden optar a él los autores nacidos en España o nacionalizados españoles.

El jurado del Premio Nacional de Literatura estará formado por cuatro académicos, cuatro profesores de Universidad y cuatro personalidades del mundo de la cultura, que, al igual que en el caso anterior, se procurará que sean personas conocedoras de la literatura que se realiza en todas las lenguas españolas.

Cambios en el Cervantes

El Premio Cervantes, dotado con 10 millones de pesetas, considerado como el máximo galardón de las letras españolas a la tarea intelectual de toda una vida, para autores en lengua castellana, tambien sufrirá modificaciones. A partir de la presente edición, las academias pertenecientes a la Asociación de Academias de la Lengua Española podrán presentar tres candidatos en lugar de uno como venía ocurriendo hasta ahora.Los miembros del jurado, salvo su presidente, que seguirá siendo el ministro de Cultura, no serán miembros de la Administración, sino personalidades de especial relevancia en el mundo de la cultura.

Javier Solana añadió después que la traducción de las obras ganadoras a las restantes lenguas del Estado español es una labor de los editores y que el ministerio sólo puede hacer un papel animador, pero que su intervención termina ahí.

La fecha del fallo de los premios aún no está fijada, pero, según estimaciones de Solana, el resultado se conocerá a finales de noviembre o principios de diciembre de este año.

Respecto a la posible desaparición del Ministerio de Cultura, Javier Solana no quiso pronunciarse. "No creo que se produzca. De todas formas, todo lo que hace referencia a una crisis le compete exclusivamente al presidente del Gobierno. Lo único que puedo decir es que las funciones culturales de la Administración del Estado no van a desaparecer".