Alfonsín autoriza a los militares a declarar sobre los desaparecidos

El Gobierno de Raúl Alfonsín liberó ayer por decreto a los militares argentinos para que puedan declarar ante la justicia sin obligación de pedir previamente una autorización expresa a sus jefes "cuando les sean requeridos legalmente informes, declaraciones o documentos referidos a la lucha antisubversiva y el terrorismo".Para el caso de que se vayan revelar cuestiones que podrían incluirse dentro de lo que se considera secreto militar, los subordinados tendrán que solicitar ante un permiso, respetando la cadena de mandos, hasta que el caso llegue al Ministerio de Defensa, el cual, "conforme a...

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El Gobierno de Raúl Alfonsín liberó ayer por decreto a los militares argentinos para que puedan declarar ante la justicia sin obligación de pedir previamente una autorización expresa a sus jefes "cuando les sean requeridos legalmente informes, declaraciones o documentos referidos a la lucha antisubversiva y el terrorismo".Para el caso de que se vayan revelar cuestiones que podrían incluirse dentro de lo que se considera secreto militar, los subordinados tendrán que solicitar ante un permiso, respetando la cadena de mandos, hasta que el caso llegue al Ministerio de Defensa, el cual, "conforme a los antecedente del caso, podrá ratificar o no el carácter secreto de las actuaciones"

El decreto, firmado por el presidente Raúl Alfonsín, comandanten jefe de las Fuerzas Armadas, por el ministro de Defensa, Raúl Borrás, es la respuesta oficial una petición del escritor Ernest Sábato, que preside la Comisió Nacional sobre la Desaparición de Personas, creada por el Gobierno para recoger testimonios de familiares, víctimas y testigos de la llamada guerra sucia contra la subversión. Hasta el momento, los oficiales y suboficiales de menor graduación de las fuerzas armada estaban sometidos por reglamento a la voluntad de sus jefes, que le impedían presentarse ante la justicia y declarar sin autorización.

Por otra parte, el Ministerio de Defensa designó ayer los jefes de las capitanías generales que habían quedado vacantes la semana pasada después de que fueran relevados el jefe del Estado Mayor y el responsable del tercer cuerpo (Córdoba) del Ejército de Tierra además de otros tres generales. El poderoso tercer cuerpo, considerado hasta ahora coto de caza privado del general retirado Luciano Benjamín Menéndez, fue ocupado por el general Héctor Ríos Ereñu uno de los militares mejor relacionados con el Gobierno.

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