La calidad de los espectáculos de la temporada del Grec 82 obtiene en Barcelona una amplia respuesta popular

La temporada Grec 82, que se desarrolla durante los meses de verano en distintos lugares de Barcelona y termina el 29 de agosto próximo, han devuelto a la Ciudad Condal un gran interés por la representación teatral y, en general, por el arte que se desarrolla en los escenarios, incluida la música. La respuesta popular ante este acontecimiento es una muestra de la calidad de la oferta y de la atención que despierta el ejercicio público de la investigación teatral. Durante el primer mes, han visitado el teatro Griego de Barcelona unos 70.000 espectadores. Los espectáculos que han contado con...

La temporada Grec 82, que se desarrolla durante los meses de verano en distintos lugares de Barcelona y termina el 29 de agosto próximo, han devuelto a la Ciudad Condal un gran interés por la representación teatral y, en general, por el arte que se desarrolla en los escenarios, incluida la música. La respuesta popular ante este acontecimiento es una muestra de la calidad de la oferta y de la atención que despierta el ejercicio público de la investigación teatral. Durante el primer mes, han visitado el teatro Griego de Barcelona unos 70.000 espectadores. Los espectáculos que han contado con mayor aceptación han sido el Piccolo Teatro di Milano, el Pilobolus Dance Theatre y Jango Edwards, especialmente el primero de los dos citados, que produjo llenos absolutos en las tres representaciones que abrieron el ciclo del Grec 82.El Grec 82 se ha diversificado este año ocupando cinco locales distintos. El primer lugar, el teatro Griego de Montjuich, que es el que ha recogido mejores entradas; en segundo lugar, el teatro de la Casa de la Caridad de dimensiones mucho menores; en tercer lugar, la plaza del Rey, que acoge fundamentalmente recitales de canción los jardines del Hospital son el cuarto recinto, tras la función entre las serenatas del barrio Gótico que organizaban tradicionalmente las Juventudes Musicales y el teatro Griego, y finalmente, los jardines del Turo Park, en los que se representan espectáculos infantiles antes de la caída del sol.

Esta diversidad hacía temer que no pocos espectáculos estuvieran semivacíos, lo que sólo ha ocurrido en ocasiones contadas. 70.000 espectadores durante el mes de julio constituyen momentáneamente el récord del Griego en sus años de existencia. La diversidad de espacios se corresponde este año con la diversidad de espectáculos. Además de los tradicionales recitales de música clásica y canción catalana, así como montajes teatrales, hay este año una amplia oferta de ballets y óperas.

Por el Griego han pasado ya Kazuo Oono, Pilobolus Dance Theatre, la Danza Nacional Cubana, el Esbart Dansaire de Rubi y el de Cornella, en el plano del ballet. En teatro, además del Piccolo, se ha estrenado el Wofteck, de Buchner, un vodevil de Labiche, mientras que esta semana se estrenan el Sueño de una noche de verano, de Shakespeare, a cargo de la compañía de Lindsay Kemp, y La hija del capitán, de Valle Inclán, a cargo del Gat de Hospitalet, que se estrenó anoche. En días próximos pasarán por el Griego José Luis Gómez, con El mito de Edipo rey; el Teatro del Confetti, con Cyrano de Bergerac, de Rostand, y El misántropo, de Moliére, representado por la compañía del teatro Lliure.

En cuanto a los recitales de canción, la gran estrella ha sido María del Mar Bonet, que ofreció una serie en la plaza del Rey, rematada con un recital en el teatro Griego de Montjuic junto a las Juventudes Musicales de Túnez. Han actuando además Pi de la Serra, Ovidi Montllor, Joan Isaac y Pere Tápies. Quedan por actuar Guillermina Motta, Paco Ibáñez, Pau Riba y Atahualpa Yupanki.

En el campo de la música clásica, la mayor atracción ha sido, sin duda, Narciso Yepes, que ofreció un recital con la Orquesta Ciudad de Barcelona y otro, él sólo, a la guitarra, y el London Opera Ensamble, con óperas de Perdolessi y Scarlatti.