El cuento de la lechera

Quizá porque este país ha estado haciendo mucho tiempo sus cuentas del futuro con, la misma técnica que la chiquilla del cuento de la lechera, el primer mal trago concreto que nos depara 1981 es la subida de la leche. Primer día laborable del año y ¡precios arriba! -O ¡manos arriba!, si lo prefieren.Pero lo que está claro (claro como el agua diríamos, si no se tratara de la leche) es que en este país hicimos mal las cuentas: tenemos la leche peor de Europa, la que lleva menos proteínas, la que está peor comercializada y, al mismo tiempo la que es más cara. En los últimos doce meses, además, no...

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Quizá porque este país ha estado haciendo mucho tiempo sus cuentas del futuro con, la misma técnica que la chiquilla del cuento de la lechera, el primer mal trago concreto que nos depara 1981 es la subida de la leche. Primer día laborable del año y ¡precios arriba! -O ¡manos arriba!, si lo prefieren.Pero lo que está claro (claro como el agua diríamos, si no se tratara de la leche) es que en este país hicimos mal las cuentas: tenemos la leche peor de Europa, la que lleva menos proteínas, la que está peor comercializada y, al mismo tiempo la que es más cara. En los últimos doce meses, además, nos la han subido tres veces. ( ... )

La única manera de sobrevivir -en este y en tantos otros sectores- pasa por una mejora de la productividad de los trabajadores, una mejora de la estructura comercial de los empresarios y que la Administración asuma el papel de controlar, potenciar y orientar el sector.

Si los trabajadores se quejan de los fallos de las otras dos partes, y ellas se limitan a hacer lo mismo crearemos un interesantísimo clima de polémica, pero la leche seguirá subiendo tres veces cada año Y seguirá nuestro cuento colectivo de la lechera. Y se nos caerá el cántaro. O se nos acabará de caer.

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3 de enero

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