La transición, analizada en la Universidad de Santander

Las actividades de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) prosiguen a buen ritmo, demasiado rápido, quizá, para su infraestructura, a la que aparentemente le viene demasiado ancha la programación realizada por el nuevo equipo rector, al frente del cual se encuentra Raúl Morodo.La transición política en España fue analizada, dentro del seminario Internacional, por el periodista, abogado y presidente de la agencia Europa Press, José Mario Armero, categórico en afirmar que la «sobrevivencia de Carrero Blanco hubiera retrasado el proceso político». En relación con la evolución pol...

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Las actividades de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) prosiguen a buen ritmo, demasiado rápido, quizá, para su infraestructura, a la que aparentemente le viene demasiado ancha la programación realizada por el nuevo equipo rector, al frente del cual se encuentra Raúl Morodo.La transición política en España fue analizada, dentro del seminario Internacional, por el periodista, abogado y presidente de la agencia Europa Press, José Mario Armero, categórico en afirmar que la «sobrevivencia de Carrero Blanco hubiera retrasado el proceso político». En relación con la evolución política posterior y su mediación en las conversaciones para la legalización del PCE, a las que «no sé exactamente por qué se me llamó». destacó tres aspectos fundamentales: la constitución de la junta democrática, la decisión del Rey de prescindir de Arias y la posición moderada de la izquierda.

El diputado de CD José María de Areilza, presente en la UIMP para clausurar el seminario sobre economía, prefirió hablar de política manifestándose favorable a un Gobierno de gestión para el que UCD «ha de buscar apoyo en nosotros», precisando que las diferencias de su grupo con el partido centrista son «más de interpretación que de otra cosa».

Dentro del seminario sobre economía, dedicado al análisis del sector público y privado, el presidente de la Asociación Española de la Banca Privada, Rafael Termes, precisaría, en torno a las posibles discrepancias de la banca privada con la política económica y fiscal de la UCD, que aquélla «no tiene por qué estar de acuerdo ni en desacuerdo; la banca es una actividad que tiene una vertiente de servicio público que colabora con el poder legalmente constituido». Más adelante, afirmaría que «la concepción del programa político del Gobierno no es desacertada, sino que estamos en desacuerdo con la forma en que se lleva a la práctica, que discrepa con los principios de la economía de mercado». Posteriormente, el ex ministro José María López de Letona haría un resumen crítico del seminario señalando que más que «entretenerse en enfrentamientos entre el sector público y privado y en el papel que juega el primero en el mercado, lo que hay que hacer es analizar los riesgos de un crecimiento del sector público en la economía. Y en ese punto», afirmaría, «coinciden todos los empresarios».

Chavarri, Franco y Trueba, en el curso de cine

A Jaime Chavarri, director del curso en torno a la crisis del cine español, la inasistencia de algunos de los participantes previstos le obliga constantemente a cambiar el orden de las ponencias, a pesar de lo cual, aún le queda tiempo para sonreír mientras confiesa su «despiste» al ser preguntado por el olvido de los cineastas cántabros que no han sido invitados al curso.Ricardo Franco, a medio camino entre el escepticismo y la ironía, cita las tres condiciones o únicas posibilidades de hacer cine en España. «Primero, nacer rico. Segundo, ser medianamente adinerado. Tercero, no nacer pobre». Para el director de Pascual Duarte y Los restos del naufragio, el «gran problema, el enemigo del cine, el único gran enemigo», es la financiación, porque talento «lo hay, y no poco. Quien diga que en nuestro cine no hay imaginación», afirmó, «es un imbécil».

Entre tanto, Jaime Chavarri se quejaba, en su conferencia, de que productores y distribuidores no asisten, a pesar de haber sido invitados a estos encuentros, en los que se «trata de discutir las posibles soluciones a la crisis cinematográfica». Más tarde, Oscar Ladoire, actor-guionista de Opera Prima, y el director de ésta, Fernando Trueba, insistirían en el desinterés de los productores, que «siguen a lo suyo, en tanto que el cine se hace de artesanía, entre colegas».

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