Las empresas extranjeras podrán invertir en editoriales españolas

El Ministerio de Cultura ha elaborado un proyecto de ley, que se estudiará en un próximo Consejo de Ministros, en la que se deroga la ley de Prensa e Imprenta de 1966 y se permite la inversión de capital extranjero en las editoriales españolas, se informó a Efe.La ley de 1966 permitía la constitución de empresas editoriales o la participación en las mismas sólo a las personas de nacionalidad española y con residencia en España, y la participación hasta un máximo del 50% del capital a los españoles no residentes en España y personas pertenecientes a países de áreas idiomáticas españolas o portu...

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El Ministerio de Cultura ha elaborado un proyecto de ley, que se estudiará en un próximo Consejo de Ministros, en la que se deroga la ley de Prensa e Imprenta de 1966 y se permite la inversión de capital extranjero en las editoriales españolas, se informó a Efe.La ley de 1966 permitía la constitución de empresas editoriales o la participación en las mismas sólo a las personas de nacionalidad española y con residencia en España, y la participación hasta un máximo del 50% del capital a los españoles no residentes en España y personas pertenecientes a países de áreas idiomáticas españolas o portuguesas.

La derogación de esta ley había sido pedida en varias ocasiones por los editores, ya que el capital extranjero entraba en las editoriales españolas de forma disfrazada, mediante simulaciones o testaferros, pero, sin embargo, sin aportar nuevas tecnologías ni sistemas.

«Esta nueva ley», manifestó a Efe un portavoz de la Federación de Editores, «se inscribe dentro de la política editorial que el ministro de Cultura está diseñando y que cuenta con nuestro total apoyo».

«La ley», añadió, «nos encamina hacia una liberalización, derogando una ley obsoleta, y nos acerca a un régimen económico necesario para la entrada de España en el Mercado Común. La medida nos parece muy positiva, en cuanto que incide en la reforma del marco institucional y jurídico del libro español y contribuye a la transparencia».

«Sentados estos principios, los editores entienden», indicó el portavoz, «que, en cualquier caso, toda legislación en esta materia debe establecer unas condiciones para el capital extranjero de reciprocidad con las que tenga la industria y legislación editorial en estos países».

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