Estudio sobre las aguas que refrigerarán la central nuclear

La zona de la cala Basordas (Vizcaya) con cuyas aguas se refrigerará la central nuclear de Lemóniz, ha sido objeto de un estudio del Instituto Español de Oceanografía (IEO), encargado y financiado por la empresa Iberduero, constructora de la central, para determinar la situación actual de estas aguas de la costa vasca, con el fin de hacer posibles posteriores estudios que determinen el impacto ambiental que puede provocar la refrigeración de la central nuclear.La aparición del resumen de este estudio, que todavía no ha sido hecho público, ha provocado la alarma de grupos ecologistas y de algun...

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La zona de la cala Basordas (Vizcaya) con cuyas aguas se refrigerará la central nuclear de Lemóniz, ha sido objeto de un estudio del Instituto Español de Oceanografía (IEO), encargado y financiado por la empresa Iberduero, constructora de la central, para determinar la situación actual de estas aguas de la costa vasca, con el fin de hacer posibles posteriores estudios que determinen el impacto ambiental que puede provocar la refrigeración de la central nuclear.La aparición del resumen de este estudio, que todavía no ha sido hecho público, ha provocado la alarma de grupos ecologistas y de algunos científicos del Instituto Español de Oceanografía, organismo dependiente del Ministerio de Transportes, que en su día se negaron a participar en la elaboración de este trabajo por razones de diversa índole, entre ellas, la posibilidad de que el estudio del IEO pudiera ser utilizado por Iberduero como un arma más para imponer la construcción de la central nuclear de Lemóniz.

En medios ecologistas se considera que este trabajo no es fiable como punto de referencia para posteriores estudios, ya que en estos momentos la cala de Basordas se encuentra ya parcialmente destruida por los lavaderos de áridos de las obras de la central nuclear. Como se dice en el mismo estudio del IEO: «El impacto que puede sufrir por contaminación térmica una zona ya de por sí semidestruida, es difícil de evaluar cuantitativamente, ya que habría que contar con las auténticas comunidades y no con otras en regresión.»

El estudio del IEO también ha sido criticado por la participación que en la elaboración del mismo ha tenido personal de Iberduero. Al parecer, determinados datos fueron tomados por empleados de esta empresa eléctrica y facilitados posteriormente a los físicos del Instituto. Según el subdirector del IEO, esta cooperación es totalmente normal, ya que la toma de datos ha estado supervisada siempre por los investigadores del Instituto.

El personal del Instituto Español de Oceanografía, que en su día se negó a participar en la elaboración del estudio, ha exigido de la dirección del IEO que el trabajo no sea firmado por el Instituto, tal como aparece en el resumen que acaba de editarse, sino por una lista nominal de las personas que intervinieron en el mismo. Según manifestó a EL PAÍS el subdirector del mencionado Instituto, en el trabajo definitivo, además del nombre del IEO, se añadirá la lista de los investigadores que han participado en su elaboración.

Las principales especies que son capturadas en la zona estudiada, comprendida entre el cabo de Villano y el cabo de Machichaco, son la merluza, besugo y caballa. Con menor importancia, faneca, congrio, lubina, nécora y camarón. La merluza desembarcada durante 1977 en el puerto de Arminza, el único de la zona, ascendió a 7.902 kilos.

En este área se reproducen 37 especies de peces. «Si las condiciones del medio se vieran afectadas por nuevos factores ajenos al medio natural», aclara el informe del IEO, «sus efectos repercutirían sobre éste de forma difícil de pronosticar y evaluar. Así, por ejemplo, el efecto que la sustracción de organismos del medio ambiente pelágico, como consecuencia de la absorción de agua empleada para la refrigeración de una central nuclear, es poco conocido en el momento presente, por estudios realizados en EE UU, se ha visto que la mortalidad de los huevos de peces que ingresan en el circuito de refrigeración de la central puede encontrarse entre el 60% y el ciento por ciento.»

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