"«Holocausto» da idea de la barbarie nazi"
Samuel Toledano, encargado de relaciones exteriores de la Comunidad Israelita de Madrid, expresó su inquietud por la campaña de pintadas pronazis, antijudías y contrarias al telefilme Holocausto, así como por los puestos ambulantes de Quevedo y Princesa, en los que se vende propaganda y se exhiben emblemas nazis. «Emblemas que deberían estar prohibidos aquí, como en la mayoría de los países europeos», añade el señor Toledano. La comunidad judía solicitó y obtuvo protección oficial de la policía para el edificio comunitario y para el colegio.Su opinión sobre el telefilme es la siguiente.: «Cons...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Samuel Toledano, encargado de relaciones exteriores de la Comunidad Israelita de Madrid, expresó su inquietud por la campaña de pintadas pronazis, antijudías y contrarias al telefilme Holocausto, así como por los puestos ambulantes de Quevedo y Princesa, en los que se vende propaganda y se exhiben emblemas nazis. «Emblemas que deberían estar prohibidos aquí, como en la mayoría de los países europeos», añade el señor Toledano. La comunidad judía solicitó y obtuvo protección oficial de la policía para el edificio comunitario y para el colegio.Su opinión sobre el telefilme es la siguiente.: «Considero que su emisión era necesaria, por lo que tiene de valor ejemplar y porque permite al telespectador hacerse una idea de lo que ha sido la barbarie nazi y el peligro actual que representan algunos de esos grupos que se declaran pronazis. Por supuesto que las necesidades del género televisivo y la dimensión personalizante del argumento impiden de alguna manera un conocimiento más completo de lo que ha sido el exterminio llevado a cabo por los nazis. »
Samuel Toledano insiste en algo ya reiterado por él en otras ocasiones: «España no tuvo parte activa en aquella tragedia. Al margen de la amistad entre el régimen de Franco y el III Reich, muchas autoridades españolas mantuvieron una conducta muy digna. En este país se pueden contemplar aquellos hechos sin sentimiento de culpabilidad.»