El desarrollo agrario gallego demandará reducir su población activa en un 80 por 100

El desarrollo del sector agrario gallego lleva aparejado una notable disminución del número de agricultores, disminución que se puede concretar en el 80% de la actual población activa agraria, o sea, unas 550.000 personas. Esta es una de las principales conclusiones del estudio económico elaborado por el Servicio de Estudios de la Caja Rural de Orense, titulado «la agricultura gallega 1977». El capítulo más importante se refiere a las estructuras agrarias. Una diferencia notable entre Galicia y el conjunto nacional es que las tierras labradas gallegas significan el 20,5% de la superficie a...

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El desarrollo del sector agrario gallego lleva aparejado una notable disminución del número de agricultores, disminución que se puede concretar en el 80% de la actual población activa agraria, o sea, unas 550.000 personas. Esta es una de las principales conclusiones del estudio económico elaborado por el Servicio de Estudios de la Caja Rural de Orense, titulado «la agricultura gallega 1977». El capítulo más importante se refiere a las estructuras agrarias. Una diferencia notable entre Galicia y el conjunto nacional es que las tierras labradas gallegas significan el 20,5% de la superficie agraria y el 19,2% de la superficie, regional, en tanto que a nivel nacional los porcentajes son del 48,4% y del 41,37%, respectivamente. El exceso de población activa gallega viene dado por los enormes porcentajes de la misma (48,5 %, frente al 21,5 % a nivel nacional), en tanto que en los países desarrollados está por debajo del 10%. Como dato demostrativo se recogen estadísticas de población activa mundial agraria en las que Galicia está porcentualmente por encima de Congo-Kinsasa, cuya población activa en el sector es del 37,3% y también de la mayoría de los países.Por otra parte, se indica que el desarrollo gallego, entendido como que la gente viva mejor, ha sido consecuencia de la emigración. La crisis económica internacional afectó paradójicamente a Galicia: por un lado, quedó aislada al no ser región industrial; pero, de otro, afectó poderosamente a la región gallega porque la válvula de escape que era la emigración a Europa ha desaparecido.

En cuanto a los sectores de la economía agraria gallega, se destaca que en el subsector agrícola la producción de cereales aumentó en 1977 con respecto a 1976 y la de tubérculos, patatas fundamentalmente, aunque disminuyó en un 0,4% supone el 25,2% del total nacional. En producción de frutas, Galicia registró una notable disminución; al igual que en viñedos. La agricultura gallega, se indica en el estudio, sigue dependiendo primordialmente de los fenómenos meteorológicos. 1976 fue año de gran sequía y en el 77 las heladas dañaron varios productos agrícolas.

Por la cuantía de su participación en el total nacional, los principales productos agrícolas son: la castaña, donde Galicia alcanza el 50,7% de la producción nacional; el centeno, con el 31,9% también de la producción nacional, la patata, con el 25,4%, y el maíz, judía seca y guisantes, etcétera. Estos son los cultivos que caracterizan la agricultura gallega, pero ésta hasta hace muy poco tiempo perseguía primordialmente el autoabastecimiento de los agricultores.

Por lo que respecta a la ganadería gallega, el estudio subraya que desde mediados de los años sesenta la actividad pasó a convertirse en la más importante dentro del sector agrario gallego, siendo las producciones más destacadas de vacuno y porcino. En la primera, la participación gallega en el total nacional de cabezas en 1977 fue del 23,1 % y la de porcino fue del 12,9% del total nacional.

La producción de carne fue de algo más de 205.000 toneladas en 1977, que supone una participación a nivel nacional del 9,5%. Durante el período 1962-77, la producción de carne registró un aumento del 304% en Galicia y del 222% en España. En carne de bovino alcanzó una producción de 60.000 toneladas Y. aunque disminuyó en censo de vacuno en el último decenio, ha crecido la producción de carne por el mayor peso de las cabezas sacrificadas. En cuanto a porcino, se alcanzaron algo más de 56.000 toneladas y, en carne de aves, Galicia se ha convertido en una de las principales productoras nacionales, siendo el capítulo de producción total de carne más importante de la región.

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