La oposición al referéndum de Pinochet, reflejada en la prensa chilena

La prensa de Santiago de Chile informó ayer de que hablan surgido divergencias públicas sobre la consulta convocada por el Gobierno para determinar si los chilenos le brindan su apoyo o si respaldan la votación de la ONU, que condenó la violación de los derechos humanos por parte del régimen militar.

El matutino La Tercera se hacía eco de declaraciones de «partidos políticos tradicionales, hoy disueltos», y añadía que «en diversas partes de Santiago y también en la ciudad de Curico circularon panfletos anónimos en los que se llama a los chilenos a votar en determinada forma e...

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La prensa de Santiago de Chile informó ayer de que hablan surgido divergencias públicas sobre la consulta convocada por el Gobierno para determinar si los chilenos le brindan su apoyo o si respaldan la votación de la ONU, que condenó la violación de los derechos humanos por parte del régimen militar.

El matutino La Tercera se hacía eco de declaraciones de «partidos políticos tradicionales, hoy disueltos», y añadía que «en diversas partes de Santiago y también en la ciudad de Curico circularon panfletos anónimos en los que se llama a los chilenos a votar en determinada forma en la consulta nacional del 4 de enero».El mismo diario inserta también la información de una agencia de noticias, según la cual los partidos Demócrata Cristiano y Socialista exhortaron ayer a los chilenos a votar en contra del Gobierno por estimar que los votantes «carecen de garantías mínimas».

Las declaraciones de los partidos políticos prohibidos o suspendidos comenzaron a llegar a las agencias de noticias por correo. La DC afirma en su comunicado que «la consulta se realizará manteniéndose vigente el estado de sitio, con las libertades restringidas, sin libertad de expresión, de reunión ni de opinión». Además, afirma que «el país está siendo abrumado por la campaña publicitaria de la propaganda oficial y no tendrá otra información que la que el Gobierno proporcione o permita».

La declaración califica de «grave» el hecho de que en el contenido de la consulta «se confunden los conceptos de Patria y Gobierno y se pretende dividir a los chilenos entre patriotas y antipatriotas. Serían patriotas los que están con el general Piriochet y su política, y antipatriotas los que discrepan con su gestión de gobierno».

La prensa de Santiago difundió también ayer la opinión del abogado y ex parlamentario Jorge Rogers, redactor de la parte orgánica de la ley electoral vigente, quien ha pedido que se suspenda la consulta del 4 de enero por estimar que «no hay tiempo físico para imprimir los millones de cédulas, ni tampoco para encontrar a los 75.000 ciudadanos que deberían constituir se en las mesas receptoras de los sufragios».

Aunque Rogers califica de «injusto, discriminatorio y atolondrado» el voto condenatorio de las Naciones Unidas, también expresa que «no se justificaría responder en la misma forma a un acuerdo que entraña tanta precipitación y atolondramiento».

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Críticas a la política económica

Por otra parte, un grupo de dirigentes sindicales y profesionales adictos al régimen militar ha comunicado que, en la consulta del 4 de enero, apoyará al Gobierno, pero expresó duras críticas contra la política económica del régimen.

El abogado Pablo Rodríguez, fundador del movimiento nacionalista Patria y Libertad (que jugó un papel destacado en la caída del Gobierno de Salvador Allende), declaró que el grupo envió una carta al general Pinochet en la que afirma que no admite la injerencia de «potencias extranjeras», pero expresa su disconformidad con la política económica de libre empresa y solicita a Pinochet «buscar canales que sirvan para hacer llegar a la autoridad el pensamiento de miles de trabajadores, que observan impotentes el proceso económico que devastará todo el sector productivo industrial y que condenará a la mayoría de los trabajadores a una situación de inestabilidad y bajos niveles de remuneración».

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