Preocupación en medios hortofrutícolas por la extensión del acuerdo con la Comunidad Europea

En los círculos de exportación de agrios y productos hortofrutícolas, la confirmación de la ampliación del acuerdo comercial entre España y la Comunidad Económica Europea no ha causado sorpresas, especialmente por la solicitud de adhesión que el Gobierno español ha agilizado en pocos días. De todas formas se tiene la impresión de que los términos finales de la ampliación no han sido discutidos a fondo para facilitar unas buenas relaciones en la futura negociación.

«La entrada en el Mercado Común no puedo dejar de considerarla como un hecho muy positivo», ha manifestado el director gener...

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En los círculos de exportación de agrios y productos hortofrutícolas, la confirmación de la ampliación del acuerdo comercial entre España y la Comunidad Económica Europea no ha causado sorpresas, especialmente por la solicitud de adhesión que el Gobierno español ha agilizado en pocos días. De todas formas se tiene la impresión de que los términos finales de la ampliación no han sido discutidos a fondo para facilitar unas buenas relaciones en la futura negociación.

«La entrada en el Mercado Común no puedo dejar de considerarla como un hecho muy positivo», ha manifestado el director general de una de las primeras exportadoras españolas, «ya que con ella nuestra agricultura quedaría revalorizada en alto grado». No obstante, los exportadores tendrán que pagar en los cítricos al Reino Unido el 12 %, con efecto retroactivo del 1 de julio, en lugar del 5 % de derechos arancelarios que pegaban desde 1970. Traducido a pesetas, supone desembolsar una peseta más por kilo de naranjas.Según los términos de la carta dirigida al embajador de España, la Comisión Europea se compromete a dar prioridad al tema de los agrios en la negociación que iniciaran ambas partes en octubre. Por otro lado, la citada carta señala que España recibirá un tratamiento equitativo a otros países exportadores de agrios, como Marruecos e Israel. La naranja española venía pagando una peseta más por kilo en aduana inglesa que la naranja israelí y dos pesetas más que la marroquí.

En cuanto a la desaparición del precio convencional de los agrios, que se califica de compensación a las exigencias comunitarias, supondrá un beneficio para los intereses de los exportadores españoles.

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