Tribuna:Coyuntura agraria del primer trimestre

Los temas de siempre

La actualidad agraria durante el primer trimestre de 1977 ha tenido dos protagonistas destacados: la climatología y la protesta de los agricultores. Junto a estos temas, han sido noticia las sucesivas regulaciones de campaña para producciones agrarias por parte del FORPPA y aquellos aspectos del paquete de medidas económicas del Gobierno que se han referido al sector agrario.La campaña en curso vuelve a recordar la fuerte dependencia del sector agrario de factores climatológicos, y especialmente en un país como España en el que la aleatoriedad del clima y su diferenciación regional vien...

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La actualidad agraria durante el primer trimestre de 1977 ha tenido dos protagonistas destacados: la climatología y la protesta de los agricultores. Junto a estos temas, han sido noticia las sucesivas regulaciones de campaña para producciones agrarias por parte del FORPPA y aquellos aspectos del paquete de medidas económicas del Gobierno que se han referido al sector agrario.La campaña en curso vuelve a recordar la fuerte dependencia del sector agrario de factores climatológicos, y especialmente en un país como España en el que la aleatoriedad del clima y su diferenciación regional vienen acompañados, con frecuencia, de una extrema rigurosidad. Tras un otoño generoso en lluvias, los cultivos de invierno mostraban un excelente aspecto. Gran parte del país ha gozado -o más bien sufrido- posteriormente una adelantada primavera que, cuantas veces se presenta, suele ser, junto a motivo festivo de los ciudadanos, augurio de grandes pérdidas para el campo. Cuando la primavera se adelanta los frutos avanzan en su maduración y las heladas tardías, como la de la actual campaña, suelen dañar parte importante de las cosechas.

El Consejo de Ministros del día 15 de abril ha evaluado en más de 32.000 millones las pérdidas totales, localizados en 32 provincias y con fuerte incidencia en determinadas regiones como Extremadura. El almendro, los frutales de pepita y hueso y el viñedo para vino y uva de mesa han sido los productos más afectados. En realidad, hasta que no se recoja la cosecha no se podrán conocer las pérdidas con certeza. En todo caso, las últimas lluvias de abril parecen garantizar, añadidas a las de otoño, una buena cosecha de cereales de invierno; trigo y cebada principalmente.

La masiva protesta de los agricultores en las carreteras tuvo su origen en un problema de precios de la patata. Año tras año, un número importante y creciente de producciones agrarias van encontrando reguladas sus campañas; el primer trimestre del año es pródigo en regulaciones y, en consecuencia, fácilmente conflictivo.

Sin embargo, a la plataforma reivindicativa de precios (ver cuadro) se unieron durante la denominada guerra de los tractores, reivindicaciones tan generales y elementales como la libertad sindical, revisión del régimen de la Seguridad Social y voz para la Coordinadora de Organizaciones Campesinas en la mesa del FORPPA, actualmente monopolizada por la Hermandad Nacional de Labradores y Ganaderos

Si se comparan los precios regulados hasta el momento con los solicitados por los agricultores, se comprueban las sustanciales diferencias que existen. Ello no es de extrañar pues en un momento de transición política como el actual son pocas, las innovaciones que se introducen en la política económica y, por tanto, en la agraria.

Quizá el algodón y la leche hayan sido excepciones. El algodón, que se había visto privado de subvenciones, ha recibido un precio de garantía esperanzador -al amparo de una situación del mercado internacional favorable al algodón español- y se han previsto créditos de campaña al estilo de los exístentes para la remolacha. De no repetir el año que viene el error de 1974 (tras una campaña en el verano de 1973 muy semejante a la que se espera para este año, puede esperarse una recuperación del cultivo del algodón.

La leche ha visto también incrementados sus precios de garantía; de ahí el poco éxito y popularidad de la corta negativa de los ganaderos a la entrega de leche a las centrales en la zona norte.

En cambio, los precios de regulación de los cereales no ha satisfecho a nadie y la falta de interés en promocionar los trigos de calidad, los trigos duros y la cebada sigue estrangulando la política cerealista. La innovación más destacable es la compra directa por parte del SENPA de todo el maíz que se le ofrezca a doce pesetas.

El paquete de medidas económicas del Gobierno comprendía catro puntos referidos al sector agrario. Entre ellos, la única medida interesante tiene un mayor contenido político que económico: «La adaptación de las organizaciones profesionales y las entidades asociativas; agrarias.» Medida que el campo esperaron auténtica ilusión para poder clarificar la difícil y confusa situación actual.

La declaración de intenciones sobre seguros agrícolas y reducción de importaciones significa muy poco en si misma y se debe esperar a su desarrollo efectivo.

En cuanto a la última medida -«La autorización al Ministerio de Agricultura o a sus organismos autónomos para celebrar conciertos con entidades financieras con destino a inversiones selectivas y regionalizadas»- es la plasmación oficial de algo que el IRYDA ya había intentado' con las Cajas de Ahorro con ocasión de los créditos subvencionados para la transformación en regadío de iniciativa privada y sobre cuyo desenlace están pendientes miles de empresarios; agrarios y medianos agricultores, sin que a lo largo del trimestre se haya clarificado la cuestión y sin que las Cajas de Ahorro se hayan mostrado decididas a afrontar la multitud de peticiones recibidas.

Como avance para el segundo trimestre ya iniciado, se pueden destacar los conflictos del espárrago y del tomate, ya crónicos desde hace años, y la esperanza que ha supuesto el que de los 50.000 millones de presupuesto extraordinario acordado por el Gobierno junto con las medidas antes comentadas, 8.890 millones hayan sido asignados a Agricultura, que a su vez los ha distribuido entre ICONA e IRYDA. Oportunidades para invertirlos adecuadamente no les van a faltar, ya que, trimestre tras trimestre, la historia de la Política Agraria Española se sigue escribiendo con los mismos temas.

Por último, conviene decir que la desaparición del sindicato vertical y la transformación de las actuales cámaras agrarias en organizaciones estrictamente profesionales no deben engañar a la Administración. En el campo, además de los problemas generales de la transición política, además de los problemas vinculados a la actual crisis económica, existen problemas específicos que van a crear muy serias preocupaciones al Gobierno que salga de las elecciones.

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