El actual teatro hispanoamericano

Carlos Miguel Suárez Radillo -57 años, cubano, director teatral, viajero sempiterno, ibero americanista, creador del grupo de Los juglares- acaba de publicar en las prensas de la Universidad Simón Bolívar, de Caracas, un libro fundamental para las gentes de teatro: Lo social en el teatro hispanoamericano contemporáneo. No se trata, básicamente, de un ensayo sino del acarreo de una importante documentación sobre dramaturgia -o textos- y producción -montajes-, con énfasis especial en el teatro «social» y los fenómenos locales que lo generan y provocan.El excele...

Carlos Miguel Suárez Radillo -57 años, cubano, director teatral, viajero sempiterno, ibero americanista, creador del grupo de Los juglares- acaba de publicar en las prensas de la Universidad Simón Bolívar, de Caracas, un libro fundamental para las gentes de teatro: Lo social en el teatro hispanoamericano contemporáneo. No se trata, básicamente, de un ensayo sino del acarreo de una importante documentación sobre dramaturgia -o textos- y producción -montajes-, con énfasis especial en el teatro «social» y los fenómenos locales que lo generan y provocan.El excelente libro estudia, sucesivamente, autores chilenos, peruanos, venezolanos, ecuatorianos, colombianos, argentinos y bolivianos. Un capítulo dedicado a Maruxa Vilalta es insuficiente para representar a México. Quedan fuera los uruguayos y todos los autores del istmo y las islas, lo que excluye a dos tierras de interesantes autores: Santo Domingo y Puerto Rico. En el capítulo de las realizaciones, Suárez Radillo repasa los trabajos ecuatorianos, peruanos, panameños, portorriqueños, uruguayos y venezolanos, amén de un magnífico estudio sobre los títeres.

Acompaña a la edición una utilísima bibliografía que sólo olvida la gran obra de Willis Kriapp Jones, de quien se cita, sin embargo, su Breve historia del teatro latinoamericano, encargada por los mexicanos.

El estupendo libro de Suárez Radillo es un río de vida teatral. Valora muy bien la estimulante actividad de Río de la Plata y trata de encontrar una perspectiva continental. Es el eterno problema. La descentralización de los lugares, la multiplicación de los grupos jóvenes, la conciencia del trabajo en equipo, la extinción de los divos, el disconformismo, la ausencia de sentimentalidad, la rebeldía, la denuncia de los males congénitos, son elementos de búsqueda que, en cierta manera, superan losproblemas localistas. Pero los prejuicios del teatro comercial, por otra parte, y la falta de apoyos económicos, mantiene a los renovadores en una penuria que los constriñe a expresarse ante muy cortas minorías más o menos intelectuales.

La crisis es general o casi general, pero el censo levantado por Suárez Radillo es muy impresionante y los españoles conocen pésimamente esos esfuerzos.