Preludio a dos guerras

Las dos guerras, cuyas vísperas se anuncian a lo largo de una sola jornada en este Festival, son la última contienda civil española y la primera guerra mundial, si no fraguada, al menos iniciada como todo el mundo sabe, a partir del atentado de Sarajevo.En Retrato de familia, versión libre de la famosa novela de Miguel Delibes Mi idolatrado hijo Sisi, esa última guerra nuestra si. halla al fondo, vista desde la retaguardia, más presente quizás en sus planteamientos que en los tres años que vendrían luego, a lo largo de la historía que un Antonio Ferrándis, cada vez más seguro y convince...

Las dos guerras, cuyas vísperas se anuncian a lo largo de una sola jornada en este Festival, son la última contienda civil española y la primera guerra mundial, si no fraguada, al menos iniciada como todo el mundo sabe, a partir del atentado de Sarajevo.En Retrato de familia, versión libre de la famosa novela de Miguel Delibes Mi idolatrado hijo Sisi, esa última guerra nuestra si. halla al fondo, vista desde la retaguardia, más presente quizás en sus planteamientos que en los tres años que vendrían luego, a lo largo de la historía que un Antonio Ferrándis, cada vez más seguro y convincente lleva adelante, junto a Amparo Soler y Mónica Randall. Esta historia del hijo deseado, minimado y querido, cuyo fin llegará de un modo imprevisto, esta pasión frustrada por el hijo que ya no vendrá sino fuera de los cauces matrimoniales, se nos cuenta en el filme de tal modo que a veces no resulta fácil comprender las relaciones del protagonista con su padre, sobré todo en los años de adolescencia. La difícil justificación de algunos momentos y las escenas amatorias ya al parecer obligadas en cualquier película de empeño llevan a veces a la película lejos de la novela, aunque es fácil comprender las también, habituales dificultades de vertir en imágenes el hondo y complejo mundo del relato, al que ha dado forma en su mejor trabajo hasta ahora, Antonio Giménez Rico. Respetar no suponer forzosamente ilustrar, sino captar el sentido de la obra, escribirla si es preciso de nuevo en imágenes claras y consecuentes, sabiendo valorar de antemano que se puede llevar a la pantalla y que en el paso puede quedar fuera de lugar en el espacio y en el tiempo.

Antecedentes

Veljko Bujalic nos da por su parte, en su filme sobre la muerte del príncipe Francisco Fernando en Sarajevo, los antecedentes del quizás más famoso atentado político de la historia contemporánea. Construíd o el guión sobre dos acciones paralelas, la primera nos narra los preparativos del gru, po de jóvenes que llevó a cabo el atentado, en tanto la segunda sirve para darnos a conocer el ambiente y la psicología de los principales personajes de la corte austro-húngara incluidos las futuras víctimas. No es difícil adivinar hacia quién van las simpatías del realizador mas la película no deja por ello de hacer gala de una cierta generosidad encomiable. Las dos acciones, aparte de complementarse, sirven así para ofrecernos una serie de contrastes en ocasiones fáciles, aunque por ello menos reales, entre las clases dirigentes y un pueblo a medias oprimido y a medias, en su inocencia, insatisfecho. El humor de ciertas situaciones es en cambio, de buena ley. No así, algunos efectos de suspense con los que se intenta mantener viva la atención del espectador a lo largo del viaje de los conspiradores.

Bien interpretado por Christopher Plummer, Florinda Bolkan y un grupo de jóvenes actores, con la colaboración de Maximilian Schell, esta crónica fiel, perfectamente ambientada ha sido realizada con el rigor y los medios a que tal tipo de cine nos tiene acostumbrados. A lo que ya no estamos tan acostumbrados es a oir en boca de sus protagonistas el inglés de las coproducciones, pero incluso en los países socialistas los negocios son los negocios y este filme es un buen producto comercial, apoyado por igual en una artesanía de primera calidad y en ese otro valor que da a las obras menores su alusión a jornadas decisivas en el curso de la historia.