El fútbol fue, antes que la música, el primer amor de Diego Ibáñez (Madrid, 1996), cantante de Carolina Durante. La pasión por el balón vertebra toda su vida: la del niño viciado a los partidos en la PlayStation, la del chaval que casi se convierte en futbolista en una universidad estadounidense y ahora la de líder de una banda que a base de éxitos con referencias más o menos explícitas al balón, como El himno titular, 10 o Minuto 93, ha encontrado el camino del éxito
Antes de convertirse en uno de los artistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX, Eduardo Chillida fue guardameta del equipo de su alma, la Real Sociedad. Con 19 años y tras 14 partidos como profesional una lesión de rodilla lo empujó a la creación, aunque él siempre reseñó las confluencias e intersecciones que deporte y arte tenían
René Mäkelä (Mallorca, 1977) se ha convertido en un pintor de culto entre los deportistas. Sus obras están en las paredes de las casas de jugadores de LaLiga como Vinícius Júnior o Griezmann y de estrellas estadounidenses como el jugador de fútbol americano Cam Newton o el beisbolista Manny Machado. Pero a su puerta también ha llamado la cantante Madonna gracias a la cual ha llevado su obra hasta Malaui. En su tierra insular también ha dejado su firma. Uno de sus murales, que ilustra al camerunés Samuel Eto’o, decora la fachada del estadio del Estadi Mallorca Son Moix del RCD Mallorca, el club con que simpatiza desde niño
Carlota Ciganda (Pamplona, 1990) fue la primera golfista española que se situó entre las 10 mejores del mundo y la única que creció rodeada de fútbol y de futbolistas. Entre ellos su tío José Ángel, el Cuco, entrenador de la SD Huesca, con quien comparte la convicción de que el esfuerzo y la dedicación son la única vía para triunfar
La psicóloga Patricia Ramírez (Zaragoza, 1971) fue pionera en España al trasladar las herramientas de la psicología al fútbol. Su trabajo en clubes como el RCD Mallorca y el Real Betis le granjeó una fama poco habitual en su sector. Ahora se dedica a la divulgación. Miles de personas siguen con atención sus recomendaciones para alcanzar el equilibrio mental. Escritora, conferenciante, youtuber, podcaster… y ahora, actriz. Su último reto es inspirar desde los escenarios
El actor Javier Pereira (Madrid, 1981), madridista, debutó con 16 años ante las cámaras vestido con la camiseta del Atlético de Madrid, y lleva casi tres décadas dedicado al séptimo arte. Acaba de dar otro salto: ha estrenado ‘Suelta’, el primer cortometraje que ha escrito y dirigido. Una infancia difícil lo llenó de coraje y de “ganas de contar”. ¿Su secreto? El fútbol salvó a ese niño que hoy sigue jugando, “hasta que el cuerpo aguante”, dice, porque el campo es el lugar de encuentro con su “familia elegida”
Zuhaitz Gurrutxaga (Elgoibar, Gipuzkoa, 1980) es presentador y humorista. Antes, a los 16 años, fue campeón de Europa con España junto a Iker Casillas. A los 19 debutó en LaLiga Santander con la Real Sociedad e incluso llegó a ser subcampeón liguero. Pero a los 24, estancado en su carrera, buscó otras formas de sentirse “especial”: clases de teatro, un grupo de música, las primeras apariciones en televisión. Todo mientras seguía jugando en categorías más modestas. Hoy, ya retirado, vuelve a disfrutar del fútbol con un espectáculo en el que aborda su trayectoria en clave de parodia, pero también de aprendizaje y superación.
“La música sigue el mismo camino que el deporte. La constancia, el esfuerzo. Si quieres ser el mejor no te vale con hacer un buen partido. Hay que estar siempre a tope”
“La primera vez que pisé un estadio pensé que me hallaba en un gran teatro. Fue el Santiago Bernabéu. Me dije: ‘yo quiero bailar algún día en un lugar con esta energía”
Cuando Luis Aragonés (Madrid, 1938 – 2014) quería tener una conversación importante con uno de sus jugadores, le pedía que le mirase a los ojos. Era su forma de captar el máximo de su atención y prepararle para el mensaje que estaba a punto de transmitirle. Con esa técnica, el entrenador con más partidos y victorias de la historia de LaLiga ya sabía que lo que dijese se iba a quedar grabado a fuego en la mente del futbolista.