Cinco enamorados de la Real Sociedad en un pueblo de Toledo
Rosario Pinilla: “Para hacerme socia en 1985 mandé un sobre con 2.400 pesetas, que me costó un mundo ahorrar, y al cabo de unas semanas recibí orgullosa un carné que aún conservo”
Tuve mi primer flechazo (futbolístico) en el verano de 1982. Yo tenía 13 años y caí rendida a un grupo de chicos enfundados con la camiseta de La Roja para jugar el Mundial de España y que esa misma temporada habían sido campeones del campeonato liguero. Estoy hablando de los Arconada, López Ufarte, Zamora... Una cuadrilla excepcional de figuras que logró algo bastante inaudito: que una niña de Navahermosa, un pueblo de menos de 5.000 habitantes de la provincia de Toledo, se aficionara por la Real Sociedad.
Eran tiempos distintos a los de ahora, donde Internet lo pone todo mucho más sencillo. Para esa niña, la única que daba patadas al balón en el patio del colegio con los niños, no había otra forma de seguir al equipo que encendiendo la radio los domingos o intentando coincidir en televisión con los resúmenes de la jornada. Aunque no podía ir al antiguo estadio de Atocha, me hice socia. Mandé un sobre con 2.400 pesetas, que me costó un mundo ahorrar, y al cabo de unas semanas recibí orgullosa un carné que aún conservo. Unos años más tarde, mi padre me llevó a San Sebastián. Atocha ya no estaba, pero conocimos la ciudad y el estadio de Anoeta. Todo un sueño.
En mi familia todos eran del FC Barcelona y en el pueblo ver a alguien de la Real Sociedad era algo bastante raro. Hoy somos cinco. Están mis dos hijos, Ignacio y Joaquín, que tienen 23 y 15 años, respectivamente, y otros dos chavales de Navahermosa. Nosotros solemos ver los partidos en casa, pero algunas veces hemos coincidido en el bar y hemos hecho fuerza para apoyar a los chicos de Imanol, que en las últimas temporadas nos están dando muchas alegrías.
El que con más ganas ha tomado la herencia del sentimiento txuri-urdin es el pequeño de casa. Le encantan el fútbol y especialmente la Real. Aunque aún no tiene edad para estudiar la carrera de Periodismo, ya ejerce como tal en un medio digital donde cubre la actualidad del club vasco. Esta temporada, de hecho, lo acreditaron por primera vez en un partido en el Reale Arena y verle ahí, sosteniendo una grabadora frente al míster, para mí fue muy especial. Lloré de emoción.
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