El hincha que sueña con ver a un futbolista japonés en el Rayo Vallecano

Desde que era pequeño, casi desde que nací hace 38 años, tengo dos pasiones: el Rayo Vallecano y Japón. La primera me vino dada por la simple razón de nacer y crecer en el barrio de Vallecas en un entorno bastante futbolero. Mi tía fue abonada y tuvimos la suerte de que un jugador de la primera plantilla, el mítico Jesús Cota, que defendió la camiseta de la franja toda su carrera, era amigo de la familia y nos regalaba muchas entradas. Un chollo.

La segunda es un tanto más inexplicable porque no sé muy bien cómo me introduje en el mundo nipón. Es verdad que siempre me gustaron los mangas... pero eso no explica por qué un día me dio por empezar a seguir la J1 League, la máxima categoría del fútbol japonés. En el principio de Internet, no sé cómo, me las ingeniaba para conocer los resultados y seguir a mis jugadores favoritos. Recuerdo que el Mundial de 2002, que se celebró en tierras asiáticas, fue un subidón. Y es que tengo que confesar algo: antes que con España, si hay un torneo de selecciones, yo voy con Japón.

Dadas estas dos obsesiones vitales, mi gran sueño futbolístico es ver a un jugador japonés en las filas del Rayo. Hubo un tiempo que se rumoreó la llegada de Honda, uno de los talentos más grandes que ha dado el país, pero nunca se llegó a concretar.

Seguramente por eso me animé a escribir una novela juvenil llamada El samurái de Vallecas. Se trata de una historia en la que un niño abandona toda su vida en Japón, sus padres, sus amigos, para viajar bien pequeño a España a integrarse en la cantera del Rayo y perseguir su sueño de ser profesional. Es una historia de lucha y superación de la que he sacado dos tomos con la ayuda de un grupo de amigos que me ayudaron a autoeditarlos.

Creo que al club le gustó porque la Fundación del Rayo me permitió hacer la presentación en sus instalaciones. También me dejaron organizar tres talleres literarios con chavales, que la verdad fueron estupendos. Me lo pasé muy bien y, con este pequeño gesto, espero haber contribuido a acercar un poco más ese ansiado día en el que un futbolista del país del sol naciente se convertirá en el ídolo de Vallecas.