La batalla de LaLiga contra el racismo: así actúa el protocolo de denuncias
La Dirección de Integridad y Seguridad (DIS) es el organismo de LaLiga encargado, junto al departamento de competiciones, de elaborar los informes ante posibles casos de intolerancia o violencia en el deporte. En las últimas dos temporadas han detectado el mayor número de denuncias desde su creación en 2015
La batalla del fútbol contra el racismo, la violencia y la xenofobia se encauza desde hace ocho años en torno a la Dirección de Integridad y Seguridad (DIS), un departamento que creó LaLiga en 2015 para coordinar, junto a los clubes, las acciones contra la intolerancia en el deporte. El departamento supervisa todos los partidos de la LaLiga Santander y LaLiga SmartBank y emite informes de cada uno de ellos que, en algunos casos, pueden desembocar en denuncias ante los organismos deportivos disciplinarios o, incluso, ante la justicia ordinaria. En este tiempo, y solo por cánticos, la DIS ha efectuado cerca de 500 denuncias.
Las denuncias por cánticos racistas, xenófobos o incitadores a la violencia en el fútbol español se han multiplicado en los últimos dos años. Al término de la temporada 2021/2022, LaLiga denunció ante la Comisión estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte (CEVXRID) 114 casos. El dato de la pasada campaña fue el más elevado desde que el organismo empezó su batalla contra el racismo en 2015. Este año, a falta de pocas jornadas para que terminen las dos competiciones de LaLiga, se han abierto 92 expedientes.
La DIS elabora informes en colaboración con el área de competiciones a raíz de los incidentes que hayan ocurrido durante un partido. Cada semana, el organismo los reporta al Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y, en paralelo, a la Comisión Antiviolencia. Además de cánticos ofensivos, también se recogen otros actos, como invasiones de campo y lanzamientos de objetos. Abarcan casos como el del muñeco con la camiseta de Vinícius Jr. colgando de un puente hasta otros “menos mediáticos”, según indica LaLiga. Por ejemplo, el de un vigilante de seguridad del estadio Cívitas Metropolitano que en 2017 perdió un ojo por el puñetazo de un aficionado al que no dejó entrar al campo.
Para realizar sus informes, la DIS está en permanente comunicación con los responsables de seguridad de todos los organismos que intervienen en la competición. El primero, el director de seguridad de cada club, una figura que obligatoriamente deben tener todos los equipos que jueguen en LaLiga Santander y en LaLiga SmartBank desde la activación de la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte de 2007.
La labor del director de seguridad no se limita al día del partido. En la semana previa al encuentro, recibe con antelación una comunicación, que la DIS verifica para que el intercambio de información sea efectivo, en la que se incluye cualquier dato que pueda ser relevante de cara a evaluar el riesgo de un partido: desde la presencia de grupos radicales y sus movimientos o la posibilidad de que haya desplazamientos de aficionados del equipo rival. El trabajo comienza en la semana previa a cada encuentro. “Si la jornada acaba el domingo, desde el lunes ya estamos en comunicación con los directores. Es una labor importantísima, porque establece la seguridad privada para el partido y es el enlace del club con la policía, que gestiona la seguridad pública”, apunta LaLiga.
Otra de las figuras que aporta información a la DIS es la del director de partido, introducida por LaLiga en 2015. Entre otras tareas, el cargo incluye la notificación de los cánticos ofensivos que se hayan producido. Es, también, el responsable de aplicar las medidas diseñadas para mitigarlos, como la reciente campaña Juntos contra el racismo, mientras que el club tiene la competencia de dar los avisos por la megafonía del estadio, que indican que se ha activado el protocolo antirracismo, o los mensajes de la misma índole que se publican en los videomarcadores de los estadios.
La Dirección de Integridad y Seguridad analiza la información que recibe de cada partido y si hay hechos susceptibles de ser considerados denunciables, activa su protocolo interno. Se pone en contacto con el club implicado para solicitar información complementaria y contactan con la policía por si fuera necesario acceder a las imágenes de la Unidad de Control Organizativo (UCO). “Recurrimos a todas las herramientas de las que disponemos”, explican en LaLiga. Por ejemplo, hay casos, como el incidente de la temporada 2021/2022 entre los jugadores Cala y Diakhaby, en los que la DIS ha recurrido incluso a la contratación de un perito experto para la lectura de los labios.
El siguiente paso es elaborar el informe y denunciarlo ante la Comisión Estatal contra la violencia, la xenofobia, el racismo y la intolerancia (CEVXRID) y el Comité de Competición de la RFEF. De manera paralela y en constante comunicación con el área Legal de LaLiga, el departamento es el encargado de determinar si estima procedente recurrir a la vía penal. El organismo que dirige Javier Tebas ha acudido a la Justicia ordinaria varias veces. Actualmente hay 12 casos en manos de los jueces. Nueve de ellos afectan a insultos contra Vinicius (entre enero de 2020 y marzo de 2023). El resto afectan a Iñaki y Nico Williams (Athletic Club), Carlos Akapo (Cádiz CF) y Samu Chukwueze (Villarreal CF).
En cualquier caso, el protocolo de la DIS siempre contempla instar al club a que aplique su reglamento interno, que consiste en aplicar distintas medidas para garantizar la seguridad y el orden público en las instalaciones. Por último, el departamento de LaLiga hace un seguimiento de la denuncia hasta la finalización del proceso; algo que puede tardar años en decidirse.
El combate contra el racismo se reforzó el pasado febrero con la creación de varios sistemas para la recepción de denuncias. LaLiga habilitó una dirección de correo electrónico, StopRacismo@laliga.es, así como un canal en la red social Telegram, @StopRacismoLaLiga, para que cualquier aficionado pueda informar sobre conductas racistas tanto dentro como fuera de los estadios. Asimismo, LaLiga cuenta con una página web que sirve como canal de denuncias.
La prevención, la otra clave contra el racismo
LaLiga completa la vía del control y de la denuncia con un plan de prevención y concienciación frente a la intolerancia. En esta línea se enmarca la difusión del manual del aficionado, realizado conjuntamente con la plataforma Aficiones Unidas, para “resaltar los valores positivos del deporte, difundir una imagen de concordia y fomentar el espíritu de juego limpio”. Este documento se puede descargar en formato digital en la sección de Aficiones Unidas dentro de la página web de LaLiga.
La DIS también promueve iniciativas de formación, como seminarios de seguridad en colaboración con la Policía Nacional, los directores de seguridad de los clubes y representantes de las federaciones de peñas de aficionados, cursos de seguridad en eventos deportivos o cursos de formación para vigilantes que trabajen en los estadios. En esta vía de actuación se incluye también el Comité de Seguridad, que reúne al menos dos veces por temporada a los directores de seguridad de los distintos clubes para unificar criterios para que los partidos sean entornos más seguros.
LaLiga une fuerzas con el CSD y la RFEF
En la jornada 36 y 37 de LaLiga Santander, y en la 42 de LaLiga SmartBank, LaLiga llevó a cabo una acción contra el racismo junto al Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El objetivo, según la nota de prensa difundida por la terna de organismos, era “mostrar de manera unánime el rechazo absoluto y sin paliativos” contra cualquier manifestación racista.
“Juntos contra el racismo” y “Racistas fuera del fútbol” son los lemas que se pudieron leer en las retransmisiones de todos los partidos de las jornadas mencionadas, tanto en la señal nacional como en la internacional. Frases que también estuvieron presentes en pancartas portadas por los equipos al saltar al césped y en folletos informativos que se repartieron a los aficionados antes de cada encuentro. El objetivo final, según LaLiga, es “erradicar por completo el racismo y a quienes lo protagonizan en nuestro fútbol”.