Ocho apellidos andaluces, pero del Athletic
Joaquín Garnica: “El regalo de comunión de mi hijo, que es portero, fue un viaje a Bilbao para ver al Athletic Club. Le gustó tanto que se le saltaron las lágrimas”
Me pasa desde que era un niño: cada vez que en una conversación con desconocidos sale el tema del fútbol y confieso que soy del Athletic Club, siempre me hacen la misma pregunta: ¿eres vasco? ¿tienes familiares que nacieron o viven allí? Yo les digo que no, que en nuestra familia somos andaluces con sus ocho apellidos, de Algeciras, y que los aficionados del Athletic nacemos donde queremos.
Mi padre, que en paz descanse, fue la persona que me transmitió ese fuerte sentimiento de pertenencia por un equipo que quedaba a más de 1.000 kilómetros de nuestra casa. No era el único de su generación que se enamoró del Athletic: mucha gente del sur, y de otras partes de España, abrazó estos colores porque hace sesenta, setenta años competía de tú a tú al FC Barcelona o al Real Madrid. Solo hace falta recordar aquellos dos títulos ligueros seguidos, los de 1983 y 1984. Justo el año en el que yo nací.
Yo también he transmitido esa pasión por el Athletic a mis dos hijos: Saúl, de 10 años, y Naiara, de 13. De hecho, el primero hizo la comunión el pasado mayo y en vez de ofrecerle un viaje a Disneyland París, como hacen muchos, lo que le regalamos fue un viaje a Bilbao para ver un partido de los locales contra el CA Osasuna. Le gustó tanto que se le saltaron las lágrimas.
Nos fuimos los cuatro en coche para allá, mi mujer, mis dos hijos y yo, todos vestidos con la camiseta rojiblanca y con una bandera de Andalucía. Mi hijo, que es portero y su gran ídolo es Unai Simón, se llevó una pancarta pidiéndole la camiseta del partido o al menos un autógrafo. Como no pudo ser, al cabo de 15 días viajamos hasta el Ramón Sánchez Pizjuán, el estadio del Sevilla FC, para volver a intentarlo. También lo intentamos cuando los leones visitaron el Nuevo Mirandilla, el feudo cadista. Por desgracia (y es entendible, porque los jugadores están concentrados en el partido) tampoco hubo fortuna.
Nuestra asignatura pendiente es que Unai Simón le firme la camiseta a Saúl. Pero más allá de ese regalo (seguro que le dibujaría la mayor de las sonrisas a mi hijo), lo que le pido al futuro es poder seguir disfrutando del Athletic y de LaLiga junto a él por muchos años más.
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