El futuro del exitoso modelo del fútbol español

Las cuatro selecciones que esta semana disputaron las semifinales del Mundial, Argentina, Croacia, Francia y Marruecos, evidenciaron de nuevo el liderazgo del fútbol español a nivel planetario. LaLiga, con 22 futbolistas representados en las plantillas de dichas selecciones, fue la competición doméstica con mayor presencia en las eliminatorias por delante de la Premier League inglesa (16), la Ligue 1 francesa (14), la Serie A italiana (14) y la Bundesliga alemana (13), según un recuento de Servimedia. A esta significativa aportación contribuyen el CA Osasuna, el Real Valladolid CF, el Real Betis, el Villarreal CF, el FC Barcelona, el Real Madrid, el Sevilla FC y el Atlético de Madrid. De hecho, fueron estos dos últimos equipos, con cinco representantes cada uno, los que más talento aportaron entre los semifinalistas. Un fiel reflejo del nivel futbolístico de LaLiga Santander que, a su vez, es fruto de una exitosa receta económica que ha permitido dotar de mayor músculo financiero y deportivo a todos los participantes de un torneo cada vez más igualado y vistoso para los millones de personas que lo siguen en todo el mundo.

El fútbol español en los últimos años ha experimentado un crecimiento espectacular. Prueba de ello son los resultados presentados en el informe económico de la campaña 2019/20, la primera impactada por la pandemia, donde se superaron por primera vez los 5.000 millones de euros en ingresos. Esta cifra supone casi el doble de los 2.871 millones de euros ingresados de la temporada 2014/15, sumando la venta de derechos de retransmisión, los traspasos de jugadores o ingresos en día de partido, entre otros. Un modelo de éxito contrastado que ahora estaría en peligro ante los planes de creación de una Superliga europea, según un informe de KMPG encargado por LaLiga, que asegura que la nueva competición comportaría una pérdida de ingresos de hasta 1.800 millones para los equipos de LaLiga. Asimismo, este jueves el abogado general de la Unión Europea ha concluido que si bien los grandes equipos de fútbol pueden crear su propia liga, estos deben atenerse a una posible expulsión de las competiciones organizadas por la FIFA y la UEFA. Sus conclusiones no son vinculantes y serán los magistrados del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) los que emitirán en los próximos meses un fallo en relación a este asunto.

El informe, presentado el pasado 2 de diciembre en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), analiza la variación de valor de los derechos audiovisuales, el impacto sobre el marketing y los patrocinios y la pérdida de facturación en los días de partido. El peor escenario sería si las ligas nacionales pasaran a disputarse entre semana y los partidos de la Superliga los fines de semana: en ese caso los clubes españoles ingresarían un 54,3% menos (1.800 millones de euros). En caso de mantenerse las competiciones domésticas en fin de semana, las pérdidas serían del 50% (1.660 millones de euros).

Javier Tebas, presidente de LaLiga, afirmó en la presentación del estudio: “Esperemos que la Superliga no prospere porque va a destruir las ligas locales y sus aficiones”. Unas palabras alineadas con un informe que concluye que la implantación de una nueva competición continental “destruiría el ecosistema económico y deportivo del fútbol en Europa” al impactar en el “reparto del dinero entre clubes y federaciones”. Sobre las conclusiones del órgano asesor del TJUE, Tebas ha asegurado que LaLiga seguirá luchando junto con otras ligas “para que las instituciones europeas legislen y proporcionen amparo legal al modelo actual del fútbol”.

En las últimas temporadas, el despegue de los ingresos y las audiencias, el intenso esfuerzo de internacionalización, la aportación al PIB –y la consiguiente generación de puestos de trabajo directos e indirectos– han convertido a LaLiga en una industria global del ocio y el entretenimiento. A nivel europeo, LaLiga es un pilar principal de una tradición futbolística con más de 100 años de historia. Junto con el resto de las competiciones locales de cada país, son el motor de un sector que genera más del 75% del valor del fútbol en Europa, estima la organización. Las 40 ligas profesionales y asociaciones europeas producen unos ingresos de 25.725 millones de euros y 11.000 millones en derechos audiovisuales. El cambio de paradigma que traería la Superliga provocaría la pérdida de decenas de miles de puestos de trabajo y reduciría drásticamente los ingresos fiscales de las arcas públicas de todo el continente, afirma LaLiga.

Una merma más grande para una mayoría de equipos

El informe también compara el desigual impacto de la Superliga para los conjuntos de LaLiga. Mientras Real Madrid y FC Barcelona generarían cada uno más de 400 millones de euros y mantendrían su capacidad comercial, según el estudio, el resto de los equipos que quedarían fuera de la nueva competición continental tendrían unas pérdidas del 64% en sus ingresos. Asimismo, detalla KPMG, este hipotético escenario económico aumentaría la brecha salarial entre los jugadores de los clubes top, que apenas representan el 5%, y el resto de los futbolistas de LaLiga.

En los últimos años, la creciente igualdad en el terreno de juego de LaLiga Santander ha tenido una correlación en las cuentas de sus entidades. Los ingresos por derechos de televisión, el principal recurso para muchos clubes, son cada vez más equilibrados; mientras que en la temporada 2014/15 el más beneficiado tenía unas ganancias nueve veces más grandes que el menos favorecido, en la campaña 2020/21 esa cifra se redujo a tres veces y media más (156,6 millones de euros del FC Barcelona por los 46,8 de la SD Huesca).

“El fútbol somos más que los 20 clubes más ricos. Nos gustan los modelos como los de España, LaLiga, donde hay un reparto y no se hace lo que [quieren] los clubes con más activos”, destacó el presidente de LaLiga, Javier Tebas.