El video que Maradona mandó al CD Lugo

Las restricciones de la pandemia me generaron un sentimiento de frustración como aficionado. El CD Lugo lo estaba pasando mal, con el abismo del descenso cada vez más cerca, y yo no podía hacer nada. Las gradas se cerraron y no podía ir al campo con mi megáfono, como cada 15 días, y empujar al equipo desde mi asiento. Algo que vengo haciendo desde que mi madre, hace ya 30 años, empezó a llevarme al Anxo Carro cuando aún iba en un carrito de bebé. Como no estaba dispuesto a dejar a los futbolistas solos jugándose el todo por el todo empecé a darle vueltas a la cabeza para ver cómo apoyarles. Hasta que se me ocurrió una idea: llamaría a personalidades del fútbol y de fuera del fútbol para que les mandaran vídeos de ánimo.

Recurrí a las redes sociales para contactar con los famosos y conté especialmente con la ayuda del periodista Marcos Basadre, que tiene una buena red de contactos. Al principio, la idea era básicamente convencer a exfutbolistas del club y a gente conocida de la ciudad. Pero luego la cosa se fue haciendo grande y reclutamos al actor Àlex Monner, a mitos del fútbol español como Paco Buyo o Juan Carlos Valerón, e incluso, aún es para no creérselo, al mismísimo Maradona.

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Maradona CD Lugo

¿Cómo pudimos llegar a Maradona? Marcos contactó con El Gallego Méndez, que había jugado en su día en el RC Celta, y era el segundo del ‘10′ cuando entrenaba al Gimnasia y Esgrima. ¡Maradona accedió! Mandó la grabación en junio de 2020 dirigida al entrenador, Juanfran García, que se la enseñó a los jugadores antes de un partido decisivo contra el CD Mirandés. Ganamos por 2-1 y aquella victoria allanó el camino hacia una recta final increíble: de estar desde enero hasta mayo sin lograr una victoria, en las últimas cuatro jornadas ganamos tres partidos y empatamos uno. Maradona murió en noviembre de ese año.

Esta es nuestra undécima temporada consecutiva en el fútbol profesional. Para un equipo tan pequeño, con una masa social tan reducida que casi nos conocemos todos, es todo milagro. Para mí ser de un equipo humilde es un orgullo, una experiencia insustituible por esa familiaridad y camaradería entre el césped y la grada que solo en sitios así se puede encontrar. ¡Incluso me dejaron dar un discurso para alentar a los jugadores en el entrenamiento!