El policía que corrió durante un día para celebrar un ascenso
José Luis Pérez: “Fui desde mi casa de Gandia al estadio de la Cerámica en pleno mes de agosto. Volvería a hacerlo”
Aunque vivo en Gandia (Valencia), donde trabajo como policía local, hace diez años me aboné al Villarreal CF, a pesar de que su estadio está a unos 140 kilómetros de mi casa. Normalmente voy a la Cerámica en coche. Pero hubo una vez, en 2012, que decidí hacer el trayecto a pie. O más bien, corriendo. Lo hice para cumplir una promesa: celebrar el ascenso a LaLiga Santander. Cuando el equipo bajó de categoría un año antes, el presidente, Fernando Roig, dijo en una rueda de prensa que volveríamos a subir. Lo vi tan convencido que decidí ponerme un reto a la altura de las circunstancias. Solo fallé en una cosa: debería no haber especificado que sería para el primer partido de la temporada.
Era un 24 de agosto. Estábamos a 36 grados. El calor era insoportable, a pesar de que salí a las 10 de la noche. Si lo hubiera hecho en octubre… Me acompañaba un coche en el que iba mi mujer, Carolina. Cuando le avisé de lo que me proponía, me dijo que no tenía por qué hacerlo, pero mi palabra estaba dada. Además, una de mis grandes aficiones, junto al fútbol y al pádel, siempre ha sido correr. Normalmente hago una ruta diaria de entre 15 y 20 kilómetros.
Tenía 24 horas por delante. Mi amigo Miguel, compañero de profesión, me acompañó durante un rato por la mañana. Hasta que sobre el mediodía me dio un pequeño mareo y tuve que parar unos 10 minutos. Me tomé un gel de recuperación y seguí, aunque las piernas me pesaban como nunca antes en mi vida. En los últimos 15 kilómetros tuve el apoyo de algunos aficionados de la peña Celtic Submarí, que se pusieron a andar junto a mí. Llegué a las 10 de la noche, una hora antes del partido.
Allí me sentí futbolista por un rato. La gente me pedía fotos y el club me dejó ducharme en los mismos vestuarios que hoy usan Gerard Moreno, Parejo y Pau Torres. También me cedió un palco para mí y mi familia. En lo único que pensaba es que el partido fuese entretenido, para no dormirme por el cansancio. Y no defraudó: llegamos a perder por 1 a 2 contra el Real Valladolid CF y terminamos remontando.
Para mí el Villarreal es una parte muy importante de mi vida. Siempre que puedo viajo con Carolina y nuestros dos mellizos, Emma y Javi, de cinco años, para ver los partidos fuera de casa. Así aprovechamos y vemos las ciudades. Y, por supuesto, hacemos los desplazamientos en coche. Alfonso, el speaker del Villarreal, me preguntó si volvería a hacerlo. Sí, aunque tengo ahora 40 años, diez años más, y la condición física no es la misma. Voy a esperar a que ganemos la Champions League.
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