La primera gran noche de Gerard Moreno
El futbolista del Villarreal CF que este miércoles conquistó la Europa League se estrenó con un título frente a las cámaras de televisión a los doce años. Un recuerdo imborrable en su memoria y en la de los compañeros que lograron esa pequeña gesta
Nosotros le llamábamos, le seguimos llamando, Geri. Hace unos años, el futbolista del Villarreal CF Gerard Moreno era uno más. Un compañero, un amigo. Un zurdo con un tobillo endiablado que siempre encontraba la forma de salir airoso del regate y llevarse el balón, o alojarlo en la red si le caía cerca de la portería. Un tipo sonriente al que nunca faltaba una imitación o una broma a mano, y que solo se ponía serio cuando pisaba el campo. También un competidor nato al que pocas veces se vio perder una partida de lo que fuera, rival temible en el tenis de mesa, capaz de cualquier artimaña para liquidarte hasta en el parchís. Un chico sencillo, trabajador, humilde que antes de conquistar su primera final en el fútbol profesional este miércoles contra el Manchester United en la Europa League asoma al otro lado del teléfono para rememorar la vez en la que se estrenó levantando un título frente a las cámaras de televisión. Cuando solo tenía doce años y compartía vestuario, entre otros, con el que escribe estas líneas.
Ese alevín del RCD Espanyol de Barcelona del que formamos parte fue el primer representante perico en ganar LaLiga Promises Santander, la única competición que enfrenta a las canteras de todos los clubes de LaLiga Santander. También el primer equipo que repitió victoria en su edición internacional, que acostumbra a celebrarse pocos meses después. En 2004 desfilaron ante las cámaras de Movistar + nombres de la talla de Portu (Real Sociedad), Pablo Sarabia (PSG), Dani Carvajal (Real Madrid), Borja Bastón (CD Leganés) y el de un Moreno que a los 29 años se ha hecho con el trofeo Telmo Zarra por segundo año consecutivo, distinción al ariete español con más goles en la máxima categoría.
“Lo recuerdo con mucho cariño. Nunca habíamos viajado en avión ni coincidido con todos los clubes punteros a la vez. Impresionaba. Antes de la final, [el expresidente del Gobierno] Zapatero nos dio una charla. Daba la sensación de fútbol grande”, cuenta el delantero sobre un triunfo cuyo sabor, como el del primer beso, no olvida. “A mí me marcó muchísimo, creo que como a todos”.
Como si de unos campamentos se tratara, al salir triunfantes tras el 3-0 frente al Real Murcia en Brunete, la localidad madrileña donde se solía disputar un torneo que este año acogerán las instalaciones del Villarreal CF, esperaban los padres en la puerta con las facciones reblandecidas por la emoción. De regreso a Barcelona, incluso algún periodista se acercó al aeropuerto y al cabo de unos meses, con el trofeo en la edición internacional también bajo el brazo, el equipo pisó el césped del estadio de Montjuïc para ofrecer la corona ante miles de personas en la previa de un partido del primer equipo del Espanyol. Todo un sueño para un grupo de chavales que, eso sí, también disfrutó en verano de Disneyland Paris.
Por entonces el siete groguet ni siquiera imaginaba el éxito que vive ahora: desde entrevistas en programas de gran audiencia, como La Resistencia, al debut con la selección absoluta. “En esa época no pensaba si iba a llegar o no. Creo que empecé a pensar en ser profesional más tarde, cuando fiché de juvenil por el Villarreal. Pero entonces jugaba para divertirme. Éramos unos niños”.
Niños que hacían cosas de niños, como inventar canciones para cada miembro del plantel para cantarlas una y otra vez en el autobús o quedarse hasta altas horas de la madrugada jugando a los videojuegos. Pero también niños que hacían de adultos, al sentir la presión de ganar cada fin de semana o esperar a un taxi a la puerta del colegio casi cada tarde para ir a entrenar y regresar a casa bien entrada la noche, con el tiempo justo para cenar, elegir entre hacer deberes o chatear en el Messenger e ir a la cama. Incluso a veces contestar las preguntas de un periodista en televisión, una faceta en la que Geri ya apuntaba maneras.
- ¿Te acuerdas cuando dejaste de piedra a Sergio Sánchez [periodista a pie de campo en Movistar+] diciéndole que queríamos ir al Caribe con el viaje que nos prometieron por ganar el internacional?
- [Ríe]. Sí, sí. Claro. Hace poco me mandaron el vídeo unos amigos y nos estuvimos riendo un buen rato.
Para alguien al que de pequeño equiparaban a un Raúl Tamudo al que pudo abrazar mientras era recogepelotas (y con el que coincidiría años más tarde en la primera plantilla perica), las cosas no han cambiado tanto desde entonces. Moreno sigue con la misma chica que conoció en la adolescencia, a estas alturas casados y con dos niñas, y sigue siendo su padre Chescu, que llegó a jugar en Tercera División con el filial del FC Barcelona, su principal confidente, el primero con el que habla al salir de la ducha. Aunque no sea ya desde el asiento de copiloto de un coche que tomaba la carretera de vuelta a Santa Perpétua, a unos 20 kilómetros de Barcelona, sino muchas veces por teléfono.
Lo único que definitivamente sí ha dejado atrás son esos nervios que a veces le invadían en la previa de los partidos, pese a la mayor responsabilidad y exigencia que implica estar entre los mejores. “Había veces que ni siquiera quería que me hablaran cuando iba camino del campo. Ahora, por suerte, esto ya ha cambiado”, explica.
La estrella en la que se posarán las miradas de los jóvenes que este año participen en LaLiga Promises Santander sigue teniendo muy presente ese tiempo pasado en el que, cuenta, fue “muy feliz”. Una época más nítida desde que unos meses atrás se creó un grupo de WhatsApp que reúne a todos los antiguos compañeros. Tanto los que como Enric Saborit, Jordi Amat o Álex Gallar están o pasaron por clubes de LaLiga Santander y LaLiga SmartBank, como otros que ahora son profesores, gerentes o periodistas. Después de que el fútbol abriera un abismo entre la vida de unos y otros, está en la agenda la promesa de que una comida nos vuelva a unir en torno a una mesa cuando la pandemia amaine. Por no olvidar esa primera gran noche y por recuperar una amistad que surgió con la pelota entre los pies.
DOBLE RACIÓN DEL TORNEO DE CANTERAS MÁS POPULAR
La pandemia obligó a suspender la edición de la temporada pasada de LaLiga Promises Santander. Sin embargo, la organización ha decidido que este año y “con un exhaustivo protocolo sanitario” se celebre una doble ración del torneo de canteras más popular de España. Entre el 28 y el 30 de mayo se jugará la edición que tocaba en 2021, de categoría sub-12, y del 4 al 6 de junio se dará la oportunidad a las promesas sub-13 que no pudieron cumplir su sueño en 2020. “Dejar a una generación sin un torneo tan emblemático y consolidado nos parecía demasiado triste”, comenta Cristina Sánchez, directora de Activación de Marca de LaLiga. “Como los equipos estarán cada uno en su burbuja se perderá esa convivencia entre escuadras, donde siempre surgían amistades. Quizá no será tan alegre, pero seguro que merecerá la pena”, ahonda.
Ambas competiciones se celebrarán con aforo restringido a un máximo de 1.000 personas en las instalaciones de la Ciudad Deportiva Pamesa Cerámica de Villarreal. Para el resto de aficionados, los partidos se podrán seguir en directo por LaLigaSportsTV, la OTT de LaLiga, y a travésdel YouTube y del canal de Twitch de LaLiga. Además, en la cadena GolTV se emitirán la mayoría de los partidos en directo y algunos de ellos en diferido.