El apellido eterno de La Rosaleda
Los Zambrana llevan tres cuartos de siglo vinculados al Málaga CF. Pepillo fue el primer utillero del equipo. Lo sucedió en 1982 su hijo Miguel, a quien ahora reemplaza Miguelillo, la tercera generación
Miguel Zambrana ha estado 40 años cuidando de las botas, de los balones, de las camisetas y de los jugadores del Málaga CF. A sus 62 años, sonríe al recordar el clima de jolgorio que vivía de niño en su casa cada vez queganaba el equipo. Todavía se llamaba CD Málaga y era su padre, Pepillo, el utillero. Fue él quien comenzó con una saga que va ya por su tercera generación. “Cuando perdían, mi madre nos decía a mí y a mi hermana que nos quedáramos tranquilos porque mi padre iba a estar angustiado. El Málaga ha sido siempre nuestra forma de vivir”. El hijo sucedió al padre en 1982. Para su primera pretemporada, se llevó a Bélgica la mejor ropa que tenía. El traje de su boda. Toda una declaración de intenciones. 40 años más tarde, el matrimonio entre los Zambrana y La Rosaleda sigue más vivo que nunca en LaLiga SmartBank. Miguelillo es desde hace un año el tercer Zambrana a cargo de la sala de utillería de La Rosaleda que lleva el nombre de su difunto abuelo.
El trabajo los ha unido, pero también separado. Debieron dejar de lado momentos familiares importantes al estar cada fin de semana fuera de casa. Los Migueles, por ejemplo, nunca vieron un partido del Málaga CF juntos en la televisión. Alguno siempre estaba trabajando para el club. Se entregaron al equipo, pero ganaron recuerdos imborrables. No olvidan el día del ascenso a la máxima categoría liguera en 2000, cuando pudieron estar juntos en el bus “con toda Málaga echada a la calle”. Su recuerdo más lindo, coinciden. El más duro, cuentan, la eliminación contra el Borussia Dortmund en aquella Copa de Europa de 2013 cuando quedaron a las puertas de las semifinales. Una aventura europea para la historia. La única del equipo en la máxima competición continental.
Son, tal vez, los personajes más famosos dentro del Málaga CF. Crecieron junto a los futbolistas, pasaron de ser amigos a convertirse en “padres de los más jóvenes” y hasta en psicólogos. “Los jugadores necesitan que los apoyes en los momentos malos”, aseguran. “Queremos que se sientan como en casa. Que no les falta absolutamente nada, porque luego, por este escudo tienen que morir”.
Desde Sebastián Fernández Reyes Basti, el máximo goleador histórico del Málaga CF, hasta Paco Martín Aguilar, uno de sus dirigentes más veteranos o el argentino Martín Viberti, hijo del legendario futbolista del club, Sebastián, guardan recuerdos imborrables con los Zambrana. En este vídeo, junto a Miguel y Miguelillo, reconstruyen esta emocionante historia de más de 75 años. La historia del apellido eterno de La Rosaleda.
Esta grabación se hizo cumpliendo con todas las medidas sanitarias y de seguridad dispuestas por las autoridades para combatir la pandemia.