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Los complejos cálculos para conocer la velocidad del coche de Reyes

Los estudios de la Guardia Civil para determinar la marcha de un vehículo implicado en un siniestro necesitan más tiempo para conocer a cuántos kilómetros por hora iba el jugador

El coche de José Antonio Reyes, tras el accidente en el que el exfutbolista perdió la vida. En vídeo, minuto de silencio por el jugador en la concentración de la selección española.Foto: atlas | Vídeo: JON NAZCA
Patricia Ortega Dolz

Ni la Dirección General de Tráfico (DGT) ni la Guardia Civil confirman la velocidad a la que el futbolista José Antonio Reyes conducía el pasado sábado cuando su mercedes Brabus S550V se salió de la vía a la altura de Alcalá de Guadaira (Sevilla) cuando venía de un entrenamiento y se incendió. El brutal accidente, en el que murieron el que fuera jugador del Sevilla, del Real Madrid y del Atlético de Madrid a los 35 años y su primo Jonathan Reyes –José Antonio Calderón sobrevivió y está siendo tratado en el hospital Virgen del Rocío— “está empezando a investigarse ahora, tan solo hay un primer atestado general, que responde al plazo de 24 horas que establece la ley, pero para elaborar el informe y realizar el cálculo de la velocidad del vehículo implicado en el accidente se requieren al menos 45 días, que es lo que tiene de plazo el instructor de atestado”, aseguran fuentes del instituto armado, que acceden a explicar el proceso por el que los 70 miembros del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) que hay en España llevan a cabo sus estudios.

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“Lo primero que hay que saber es que para llegar a deducir la velocidad del vehículo se tienen en cuenta multitud de factores y se aplican complicadas fórmulas de la física dinámica(rama de la física que estudia el movimiento y las fuerzas que lo producen, el primer atestado que se redacta es sumamente genérico y en este caso tan solo se hablaba de una ‘salida de la vía con vuelco por un posible exceso de velocidad, pero sin descartar la posibilidad de una distracción o una afección en el conductor", advierten. El trabajo de campo en accidentes mortales como el de Reyes es "laborioso y fundamental y requiere recopilar múltiples datos y vestigios del lugar: trazar la trayectoria seguida por el vehículo desde 12-15 metros antes de salirse de la vía —todos los coches tienen ya los sistemas antibloqueo de ruedas ABS—, marcar y enumerar los distintos puntos de colisión en esa trayectoria (huellas de frenada, rozamientos, fricciones, transferencias de pintura), en algunos casos hemos llegado a encontrar huellas en árboles a dos metros de altura cuando habíamos perdido la trayectoria”, recuerdan las mismas fuentes. El coche de Reyes se quedó a más de 100 metros de la vía. “Es fundamental también analizar las deformaciones sufridas por el vehículo y el modelo en concreto, que en este caso concreto se convierte en una labor mucho más complicada porque el coche se incendió”, explican. “Y habrá que ver por qué se incendia un vehículo de tan alta gama —¿por la fricción contra el suelo después de volcar?—, y si eso puede dar lugar a que la marca tenga algún tipo de responsabilidad subsidiaria”, señalan.

Según los técnicos de los atestados, en un accidente así, “el primer día el instructor del atestado lo emplea solo en recopilar la mayor cantidad de datos posible y, en su caso, si hubiera testigos, en obtener la primera declaración de los mismos, para evitar deformaciones en su memoria provocadas por el tiempo o las posteriores informaciones”. En este caso, no hay más testigos que el único ocupante del vehículo que se ha salvado y que requiere atención hospitalaria.

Con todos los datos, las marcas y las distancias entre marcas, “se aplica a la macrofórmula lo que en física se llama el coeficiente de Poisson (nu) de la mecánica de sólidos y se llega a obtener una cifra que correspondería a la velocidad del vehículo con un margen de error de entre 10-12 kilómetros por hora, explican las mismas fuentes. “Después, además, hay que analizar si hay posibles motivos de distracción, última llamada o mensaje del teléfono móvil; y las condiciones del conductor”. Las fuentes consultadas consideran que probablemente, en el caso del accidente de Reyes, serán necesarios más de 45 días para tener el informe completo del atestado en el que quede reflejada la causa del siniestro y, en el caso de que sea la velocidad, concretarla. “No ha dado tiempo de calcular todavía la velocidad”, concluyen.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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