España logra el bronce en el Mundial de rítmica y estará en Río 2016

La selección española de gimnasia rítmica ha logrado una plaza en los Juegos de Río a lo grande, con un bronce mundial, su mejor resultado desde la plata de 1998. Desde entonces no había vuelto a un podio en la general.

La hazaña, que recupera el éxito para un deporte de pasado glorioso para España, se completó tras una jornada ajustadísima, que mantuvo la intriga hasta el final en el Porsche Arena de Stuttgart. Italia, a 78 centésimas de la medalla, reclamó la decisión de los jueces, que acabaron bajándole la nota. 17,450 en los dos ejercicios, 34.900 en total, para España; 34,782 para las italianas. Rusia se colgó el oro ocho años después (36,266) y Bulgaria (35,583), que defendía título, fue plata.

“Ha sido nuestra mejor actuación de la temporada”, aseguró Alejandra Quereda, la capitana. “Este equipo no tiene límites”, añadió. Baranova confió en un grupo que va a llegar a Río con una veteranía muy competitiva. Es el mismo núcleo que consiguió el pase a los Juegos en 2012. Junto a la capitana, Sandra Aguilar, Elena López, Artemi Gaveozuo y Lourdes Mohedano exhibieron conexión y precisión. “Mis cinco estrellas”, le gusta decir a la seleccionadora.

España logra el bronce en el Mundial de rítmica y estará en Río 2016

España salió en el primer grupo. El punteo de una guitarra dio comienzo al ejercicio mixto, donde obtuvo una valoración de 17,450. Estaba la mitad del trabajo hecho. Sobre todo tras las flojas actuaciones de Israel (16,950) y Bielorrusia (16,383). No falló la todopoderosa Rusia, que mostró su clara intención de volver a reinar. El conjunto de Baranova clavó la misma puntuación en el ejercicio de cinco cintas y tras concluir el primer grupo solo fue superada por las rusas (36,266 en total). Sin errores, puede que el desafío olímpico demande ejercicios más arriesgados para aspirar a mejores puntuaciones.

En el segundo grupo solo sobresalió Bulgaria, aunque había varios aspirantes al podio, como Israel, que falló, o Bielorrusia. A Italia se le fue una cinta al suelo cuando completaba de forma soberbia su segundo ejercicio. Con su reclamación mandó la medalla al limbo, hasta que lo jueces decidieron en su contra.