La ansiada soledad de Lorenzo

Si algo tiene claro Marc Márquez, por mucho que fuera el más veloz de la sesión de clasificación en Silverstone, es que será otro piloto, concretamente Jorge Lorenzo, quien llegue primero a final de recta en la carrera de este domingo (14.00, MovistarTV). El excelente compromiso con el embrague de la M1 y la pericia del mallorquín para rodar rapidísimo con el neumático nuevo corroboran las sensaciones del campeón. “Sale siempre muy bien. Y tiene la capacidad de empujar mucho al principio. Las últimas veces he podido aguantar tras él las primeras vueltas, a ver si aquí aguanto hasta el final, no como en Brno”, concedía el de Honda. Los planes de su rival, líder del Mundial, pasan por hacer exactamente lo mismo que en Brno: liderar la carrera de principio a fin, encomendarse a su ritmo y evitar el cuerpo a cuerpo. Así ha logrado la mitad de sus victorias en MotoGP, 19 de 38 en total, y todas las de este curso.

“Cuando Jorge hace un ritmo superior a los demás es difícil seguirle. En Brno intenté estar pegado a él, pero no hubo manera. Cuando está así, no te deja pensar. A mí me gustan las carreras más lentas en las que se juega un poco más. Y a él le gustan las de mucho ritmo. Te hace ir al límite y estar muy concentrado”, añade Márquez, cuyos planes pasan por buscar una carrera más parecida a aquella que ganó en Indianápolis. Aguantó a rueda de Lorenzo toda la prueba. Hasta que le adelantó a tres giros del final. Un mazazo con el que el de Yamaha no contaba.

“Estuvo tirando y tirando, e hizo un esfuerzo mental tan grande para deshacerse de Márquez que cuando este le pasó y vio que tenía el ritmo para rebatirle la victoria se vino abajo”, confiesan en su entorno. No supo reaccionar. Aunque añaden: “Ahora ya estaría preparado para plantarle cara, lo estaba en Brno y en Silverstone ya lo hizo hace dos años”. Claro que el año pasado fue Márquez quien se impuso, en este mismo escenario, con una serie de adelantamientos en las últimas curvas. “Tanto uno como otro hemos aprendido que lo importante para no perder una batalla así es cerrar todos los huecos; pero eso es muy fácil de decir y mucho más difícil de hacer”, asume Lorenzo.

Si nos toca luchar hasta el final no tiraré la toalla, pero sé que se puede perder mucho con una caída” Jorge Lorenzo, piloto de Yamaha

El dos veces campeón de MotoGP apenas ha logrado dos pole esta temporada, sin embargo, las cinco victorias cosechadas este curso las ha logrado de la misma manera: fue primero al primer paso por meta y lideró al pelotón hasta que hizo ondear la bandera a cuadros. Un dominio absoluto que define su estilo, el de un piloto finísimo, que se esfuerza por calcar una vuelta tras otra y que prefiere evitar el contacto. Ni siquiera se encuentra cómodo siguiendo a otro piloto: “No le gusta porque pierde sus referencias. Durante los entrenamientos tampoco sigue a otros pilotos. Le gusta ir solo. Prefiere estar delante y liderar la carrera todo el rato porque así puede llevar su ritmo”, reconoce Davide Marelli, el telemétrico de su equipo. “Tengo una buena concentración y, si no va nadie delante, puedo trazar como a mí me gusta y sacarle el máximo provecho a la moto. Tener a alguien delante, sobre todo en las frenadas, a veces me incomoda un poco”, explica el piloto, que aspira a su tercer título en la categoría reina.

Si Márquez, que se presenta como el único con el ritmo suficiente para discutirle el triunfo, le busca las cosquillas este domingo él tiene claras sus prioridades: “Si nos toca luchar hasta el final no tiraré la toalla, pero sé que se puede perder mucho con una caída. Los cinco puntos que separan al que gana del segundo, aunque estén muy bien para el campeonato, a veces no compensan”.